El PA refuerza su control sobre el urbanismo con más competencias pese a su retroceso electoral El pacto con el PSOE en Sevilla otorga a los andalucistas más poder que en 1995

Alfredo Sánchez Monteseirín, en la víspera de su proclamación como alcalde de Sevilla, rehusó detallar el toma y daca de la negociación con el PA. Optó por no desvelar si le habían negado algo a los andalucistas para sellar un acuerdo. Dada la distribución de competencias del nuevo gobierno, el PA refuerza su papel con más parcelas de gestión y distritos, pese a perder tres concejales respecto a 1995. El urbanismo, el área más apetecida de la política local, seguirá en manos andalucistas, que incluso han reforzado la delegación sumándole actuaciones que antes correspondían a Emasesa.

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Alfredo Sánchez Monteseirín, en la víspera de su proclamación como alcalde de Sevilla, rehusó detallar el toma y daca de la negociación con el PA. Optó por no desvelar si le habían negado algo a los andalucistas para sellar un acuerdo. Dada la distribución de competencias del nuevo gobierno, el PA refuerza su papel con más parcelas de gestión y distritos, pese a perder tres concejales respecto a 1995. El urbanismo, el área más apetecida de la política local, seguirá en manos andalucistas, que incluso han reforzado la delegación sumándole actuaciones que antes correspondían a Emasesa.

En uno de los discursos que pronunció ayer, la ex alcaldesa Soledad Becerril deslizó un párrafo que mezclaba el aviso a su sucesor con el reproche a sus antiguos socios andalucistas, a cuenta de la gestión urbanística: "Ni es justo ni es conveniente intentar arrebatarle esas competencias a un alcalde o alcaldesa, que puede no tener las competencias, pero siempre tendrá las responsabilidades". Becerril vivió esa dualidad en carne propia durante el último año de su gestión, cuando los siniestros del antiguo Bazar España y la calle Bustos Tavera, que provocaron seis muertes, la situaron en el epicentro de la polémica por la gestión urbanística, a pesar de que había sido gobernada como un coto cerrado por el PA, su socio de coalición. Los socialistas sostienen que el acuerdo con los andalucistas no les deja sin poder decisorio en áreas tan significativas como el urbanismo, que en este mandato cobrará mayor importancia por la revisión del PGOU. Lo cierto es que no prosperó la idea inicial de Sánchez Monteseirín de desglosar la delegación en un departamento de infraestructuras y otro de planeamiento. Es más, el PA ha logrado incluso reforzar Urbanismo al agregarle competencias, que se segregan de Emasesa, relativas a las acometidas de las redes de agua y alcantarillado, las reparaciones de averías, las reposiciones, el mantenimiento de las instalaciones y las nuevas redes. Al frente de la Delegación de Urbanismo y Vivienda estará Rafael Carmona, fichado por el PA como independiente, tras su actividad en la sociedad del Estadio de la Cartuja, donde colaboró estrechamente con Alejandro Rojas-Marcos, que a partir de ahora presidirá la sociedad metro de Sevilla. El hombre fuerte del grupo municipal andalucista en este mandato será Mariano Pérez de Ayala, anterior delegado de Urbanismo, que asumirá la primera tenencia de alcaldía y la portavocía. Será el delegado de Fiestas Mayores, una nueva competencia que asume el PA. Al frente de Cultura estará Paola Vivancos, mientras que en Deportes, Juan Ortega. Ambas parcelas estaban ya en manos del PA, al igual que Participación Ciudadana, que será gestionada por Isabel Guerra. Como nueva competencia, los andalucistas asumen también Parques y Jardines, y han renunciado a Juventud y a la antigua delegación de Economía y Turismo. Tendrán los distritos de Triana, Nervión-San Pablo, Casco Antiguo y Sur, uno más que antes, frente a los dos del PSOE: Macarena y Este.