La UE interviene para que los zoos mejoren la vida de sus animales

La Unión Europea se ha convertido en la gran madrina de los animales en cautividad. Todos los zoológicos europeos deberán ajustarse, en abril del 2002 como muy tarde, a una directiva de la UE aprobada el pasado 29 de marzo que permitirá cerrar aquellos parques que no guarden las condiciones de salubridad para la fauna y que no inviertan en programas de conservación de especies. La directiva pretende acabar con el viejo concepto del zoo visto como simple almacén de animales.

La norma también señala que los parques de animales tendrán que participar en investigaciones que redunden en la c...

La Unión Europea se ha convertido en la gran madrina de los animales en cautividad. Todos los zoológicos europeos deberán ajustarse, en abril del 2002 como muy tarde, a una directiva de la UE aprobada el pasado 29 de marzo que permitirá cerrar aquellos parques que no guarden las condiciones de salubridad para la fauna y que no inviertan en programas de conservación de especies. La directiva pretende acabar con el viejo concepto del zoo visto como simple almacén de animales.

La norma también señala que los parques de animales tendrán que participar en investigaciones que redunden en la conservación de las especies y, cuando proceda, en la repoblación o reintroducción de las mismas en el medio ambiente. Además, las autoridades comunitarias se encargarán de comprobar que los parques alojen a los animales en condiciones adecuadas, con un programa de "atención veterinaria preventiva y curativa". La Asociación Española de Zoológicos y Acuarios, que aglutina a 18 centros de los más de 40 que se calcula existen en España (el Ministerio de Medio Ambiente no dispone aún de un censo actualizado), ha decidido dar el primer paso y ha convocado hoy en el Zoo de Madrid a todos sus integrantes para saber cuál es la situación real de cada uno de los parques y qué se puede hacer para mejorarla. "Los primeros interesados en convertir los zoológicos en lugares modernos somos nosotros", señala Esteve Tomás, gerente del zoo de Barcelona y presidente de la Asociación.

Medio Ambiente, por su parte, ha iniciado una ronda de reuniones con sociedades protectoras de animales y proyecta convocar a todos los directores de parques de España. "No se trata de sacar el látigo", señala un responsable del Ministerio, "sino de tomar decisiones consensuadas que recojan el espíritu de la directiva europea".

En el Zoo municipal de Córdoba, uno de los que peores instalaciones tiene de toda España, se ha emprendido la reforma. La universidad de Córdoba, de la mano del catedrático de etología Luis Arias, y mediante un convenio con el Ayuntamiento, ha colocado en el zoo a la bióloga Paqui Castro para que levante acta de todos los defectos del parque y trate de subsanarlos.

En muchas jaulas de este parque no consta ni el nombre de la especie. Además, los suelos donde pasan su vida muchos animales son de cemento, más fáciles de limpiar para los humanos.

"Los letreros no sólo pondrán el nombre de cada especie, sino su lugar de procedencia y el peligro que corre. La reforma será tan grande que pretendemos cambiar hasta el nombre. No será el de zoo, sino ARCA (Albergue de Recuperación y Conservación de Animales)", señala Castro.

Desde que en 1765 el emperador Joseph II pusiera en Viena a la vista del público todos los animales enjaulados que su padre Francis I le regaló a la madre, Maria Theresa, reina de Hungría y Bohemia, nunca se había articulado un reglamento para regular los zoos.

"Los zoos nacieron de una mentalidad colonialista", señala una fuente de Medio Ambiente. "Se trataba de crear una gran exposición de animales en una gran metrópoli para demostrar al mundo el dominio del hombre blanco sobre cualquier especie. Eran un síntoma de poder".