MEDIO AMBIENTE

España, poco diligente

España no es precisamente un ejemplo de diligencia en la adopción de medidas. El Consejo Nacional del Clima, creado a principios del año pasado para elaborar la Estrategia Española sobre Cambio Climático, y en el que participan ocho ministerios (Industria, Fomento, Educación, Sanidad, Economía, Agricultura, Interior y Exteriores), además de Medio Ambiente, no ha producido aún ningún documento de actuación ni tiene previsto hacerlo próximamente. La dispersión de competencias dificulta la adopción de medidas. Aunque es la ministra de Medio Ambiente quien preside el Consejo, las posibilid...

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España no es precisamente un ejemplo de diligencia en la adopción de medidas. El Consejo Nacional del Clima, creado a principios del año pasado para elaborar la Estrategia Española sobre Cambio Climático, y en el que participan ocho ministerios (Industria, Fomento, Educación, Sanidad, Economía, Agricultura, Interior y Exteriores), además de Medio Ambiente, no ha producido aún ningún documento de actuación ni tiene previsto hacerlo próximamente. La dispersión de competencias dificulta la adopción de medidas. Aunque es la ministra de Medio Ambiente quien preside el Consejo, las posibilidades de actuación en su propio ámbito son muy reducidas. "En realidad, donde más podemos actuar es en la reducción de las emisiones de metano que se producen en los vertederos por la fermentación de las basuras", dice Íñigo Ascasibar, técnico del ministerio y miembro del grupo ad hoc Clima del Consejo de Ministros de Medio Ambiente de la UE. El pasado mayo, este departamento anunció un borrador de Plan Nacional de Residuos Urbanos, que prevé el cierre de los vertederos incontrolados y la gestión de los controlados para recuperar el metano. Si estas actuaciones tienen éxito, se conseguiría reducir en un 4% o 5% las emisiones de gases de efecto invernadero, pero difícilmente el borrador llegará a convertirse en ley durante la presente legislatura.

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La ausencia de datos oficiales sobre las emisiones es el otro gran problema español. El pasado miércoles, Ecologistas en Acción denunciaba esta carencia, mientras que José Luis García Ortega, de Greenpeace, opina que "los tienen, pero no los quieren dar para no reconocer que se ha llegado al límite de incremento permitido".

Lo cierto es que en el conjunto de los tres gases principales contemplados en el Protocolo de Kioto, en 1995 se había producido ya un aumento del 8%, si bien la tendendia cambió en 1996. Las perspectivas de 1997 y 1998 no son tan halagüeñas.

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