Los "marines" matan a un francotirador en el sur de Kosovo

Una patrulla de marines mató ayer a un francotirador e hirió a otros dos al repeler un ataque en la localidad de Zegra, al sureste de Kosovo, informó anoche en Washington un portavoz del Departamento de Defensa de EEUU. El general de brigada, John Craddock, comandante en jefe de las tropas norteamericanas en Kosovo, había informado previamente de que el número de muertos era de dos, dato que fue corregido después. Ninguno de los soldados estadounidenses que componían la patrulla encargada de un control militar resultó herido. No ha revelado si los tiradores eran serbios o miembros de la guer...

Una patrulla de marines mató ayer a un francotirador e hirió a otros dos al repeler un ataque en la localidad de Zegra, al sureste de Kosovo, informó anoche en Washington un portavoz del Departamento de Defensa de EEUU. El general de brigada, John Craddock, comandante en jefe de las tropas norteamericanas en Kosovo, había informado previamente de que el número de muertos era de dos, dato que fue corregido después. Ninguno de los soldados estadounidenses que componían la patrulla encargada de un control militar resultó herido. No ha revelado si los tiradores eran serbios o miembros de la guerrilla kosovar. Se trata del segundo incidente con armas de fuego en el que se ven envueltos los marines y es, a juicio de las autoridades de Washington, una prueba de que la misión en Kosovo no va a resultar nada sencilla.

El FBI, en el terreno

Por otra parte, el director del FBI, Louis Freech, confirmó ayer que 50 investigadores de su organización federal se encuentran en la provincia serbia para investigar lo ocurrido allí durante las últimas semanas. El objetivo es acumular pruebas que permitan al Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia, con sede en La Haya, incriminar a Slobodan Milosevic y a aquellos jefes militares serbios considerados responsables. Estados Unidos y otros países han solicitado a grupos de forenses internacionales que investiguen las fosas comunes descubiertas para determinar cómo fueron asesinados y por quién. Los Gobiernos descartan, de antemano, la posibilidad de juzgar a todos los ejecutores materiales de los crímenes, pero sí conocer si las masacres fueron perpetradas por la Policía, el Ejército o los paramilitares, y poder, de este modo, exigir responsabilidades a los jefes de los cuerpos y a los de las unidades.