Los ecologistas rechazan el plan de Picos de Europa por "permisivo"

Las presiones de tres Gobiernos autónomos mediatizan el proyecto

Los grupos ecologistas de Castilla y León, Cantabria y Asturias han presentado numerosas alegaciones al plan de gestión del parque nacional de Picos de Europa, elaborado por las autonomías implicadas y el Ministerio de Medio Ambiente. Los conservacionistas creen que el plan implanta una legislación "excesivamente permisiva" debido a las presiones interesadas que ha ejercido cada Gobierno autónomo.

Para el portavoz del colectivo montañero en defensa de los Picos de Europa, Avelino Cárcaba, la tramitación del plan ha sido "irregular" y "malintencionada". "Ni se ha informado al patronato d...

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Los grupos ecologistas de Castilla y León, Cantabria y Asturias han presentado numerosas alegaciones al plan de gestión del parque nacional de Picos de Europa, elaborado por las autonomías implicadas y el Ministerio de Medio Ambiente. Los conservacionistas creen que el plan implanta una legislación "excesivamente permisiva" debido a las presiones interesadas que ha ejercido cada Gobierno autónomo.

Para el portavoz del colectivo montañero en defensa de los Picos de Europa, Avelino Cárcaba, la tramitación del plan ha sido "irregular" y "malintencionada". "Ni se ha informado al patronato del parque, ni se ha contado con los ecologistas; se ha sacado a información pública en medio de la campaña electoral y se intenta tramitar en base a los postulados de los gobiernos salientes, que el Ministerio entiende más favorables a sus planteamientos", afirma Cárcaba. El plan revela "poca voluntad" de acabar con la caza deportiva. En la zona leonesa se habla de "acuerdos voluntarios" para acabar con ella. Los ecologistas piden una mayor protección del lobo, del que sólo en el periodo de campaña electoral se mataron en la zona asturiana cinco ejemplares para "contentar a los ganaderos".

Cárcaba exige también que se deseche el funicular de Bulnes (Asturias) y se acondicione el túnel para un sistema de transporte no turístico, que sirva exclusivamente para el servicio de los escasos vecinos del pueblo. El cambio de Gobierno en Asturias podría echar al traste las pretensiones del anterior Ejecutivo y de Francisco Álvarez Cascos, este último un defensor a ultranza del funicular de Bulnes.

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