Reportaje:

Arte con clase

La exposición que ayer inauguró el Museo Guggenheim Bilbao es, más que colectiva, multitudinaria. 160 artistas están representados, y todos ellos acudieron a la presentación de la colección. Por un día, los chavales que cruzaban el atrio no eran visitantes, sino los alborozados autores de la exposición Aprender a través del arte, que ayer reconocían en las salas del Guggenheim las obras que habían creado en la escuela. "Yo soy ése", explicaba pletórico Unai, señalando un autorretrato coloreado al estilo Warhol. A su lado, un grupo de chicas de seis años hablaba de su robota. Se referían a las...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La exposición que ayer inauguró el Museo Guggenheim Bilbao es, más que colectiva, multitudinaria. 160 artistas están representados, y todos ellos acudieron a la presentación de la colección. Por un día, los chavales que cruzaban el atrio no eran visitantes, sino los alborozados autores de la exposición Aprender a través del arte, que ayer reconocían en las salas del Guggenheim las obras que habían creado en la escuela. "Yo soy ése", explicaba pletórico Unai, señalando un autorretrato coloreado al estilo Warhol. A su lado, un grupo de chicas de seis años hablaba de su robota. Se referían a las dos figuras de más de 1,80 metros de altura fabricadas con cajas de leche, tubos y poliespán. En otro rincón de la exposición se muestra la campaña publicitaria, que incluye hasta la exhibición de un vídeo. Y en medio del recorrido entre pinturas que reflejan a la familia y máscaras egipcias aparece un sorprendente frigorífico pop: las láminas que dan forma al electrodoméstico están totalmente recubiertas por folletos de hipermecados. Al frigo no le falta en su interior la luz fluorescente. "Todo lo hicimos nosotros", presumían sus autores. "Menos la luz, que la puso Merche". Merche, Mercedes Périz, es una de las artistas que ha participado en el programa, en colaboración con los profesores de cada colegio y los educadores del Museo Guggenheim. El programa Aprendiendo a través del arte, patrocinado por la Fundación Bilbao Bizkaia Kutxa, se puso en marcha de forma experimental en dos escuelas el pasado curso. Este año se amplió a ocho colegios vizcaínos de enseñanza primaria, públicos y privados. El resultado del trabajo, directamente relacionado con la actividad de las áreas que se tratan en las aulas, conforma la exposición. El Museo Guggenheim importó la idea de este programa educativo dentro de las escuelas de su madre estadounidense. La idea fue puesta en marcha hace casi 30 años por la mecenas Natalie K. Lieberman como respuesta a la eliminación de la enseñanza de las artes en las escuelas públicas de primaria de la ciudad de Nueva York. Lieberman consiguió la colaboración de artistas neoyorquinos para demostrar que los niños también aprenden escuchando y desarrollando su creatividad. En sus casi 30 años de andadura, el programa ha conseguido la colaboración de Paloma Picasso y Robert Rauschenberg, entre otros. Aunque adaptado al sistema educativo vasco, el programa se ha desarrollado sobre la misma filosofía: utilizar el potencial del arte como estímulo para el aprendizaje. Ahora se ha abierto un intercambio entre Bilbao y Nueva York. El artista de origen portorriqueño Manny Vega trabajó en el colegio Barandiarán, de Etxebarri, en la construcción de un mural sobre animales, que fue incluido en la exposición de escolares organizada en el Guggenheim neoyorquino el pasado mes de mayo. La exposición de Bilbao estará abierta hasta el 27 de junio. El director del Guggenheim, Juan Ignacio Vidarte, aseguró que la exposición se ha desarrollado con una calidad similar a cualquier otra. Hubo hasta cóctel de inauguración. Acabada la presentación, todos los artistas fueron en fila a la terraza de la pinacoteca para brindar por la exposición. Como en todas las inauguraciones, aunque sea con Coca Cola y a mediodía.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En