Imágenes inéditas sobre la complicidad entre Picasso y el fotógrafo André Villers

Cultura reúne en 'Propuesta 99' las tendencias gráficas de 25 autores españoles

El encuentro entre un Pablo Picasso de 72 años y el fotógrafo francés André Villers, de 23 años, marca la entrada en la intimidad de un genio. La amistad ha provocado las imágenes de una complicidad entre dos artistas. La Obra Social Caja de Madrid presentó ayer en sus salas de Madrid (Eloy Gonzalo, 10) la exposición Picasso, leyenda de un siglo. La mirada de André Villers, con 118 obras, la tercera parte inéditas, donde aparece el Picasso coloquial, trabajador y transformista. La muestra itinerante ya se ha visto en Pamplona y Torrelavega y viajará a Málaga y Barcelona.

El crítico Fern...

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El encuentro entre un Pablo Picasso de 72 años y el fotógrafo francés André Villers, de 23 años, marca la entrada en la intimidad de un genio. La amistad ha provocado las imágenes de una complicidad entre dos artistas. La Obra Social Caja de Madrid presentó ayer en sus salas de Madrid (Eloy Gonzalo, 10) la exposición Picasso, leyenda de un siglo. La mirada de André Villers, con 118 obras, la tercera parte inéditas, donde aparece el Picasso coloquial, trabajador y transformista. La muestra itinerante ya se ha visto en Pamplona y Torrelavega y viajará a Málaga y Barcelona.

El crítico Fernando Francés, comisario de la exposición, ha podido entrar en el archivo de André Villers y, entre los miles de negativos, seleccionar un material que presenta a un desconocido Picasso. Villers, de 69 años, vive en Vallauris, uno de los lugares habituales de los encuentros con el pintor, junto con Niza y Cannes, tal como recoge la muestra y el catálogo.La imagen real de la relación entre Villers y Picasso es la intención del montaje, según Francés, al reunir el trabajo sobre el gesto, el entorno familiar y social, los trabajos como pintor y ceramista y su estudio.

La curiosidad de Picasso provocó una relación "radicalmente diferente" a la de otros fotógrafos, como Man Ray o Cartier Bresson, con los que surge "una pose de pintor".

"En este caso se trata de una creación conjunta, al interesarse Picasso por el trabajo de Villers con su cámara de cajón y los ensamblajes fotográficos, hechos con trozos de fotos que convertía en cabezas", declara Fernando Francés. "Se establece una relación de amistad, los dos son vecinos y se encuentran en el café o en la playa. Picasso está interesado en la expresión del gesto, en una colaboración artística y conceptual, y realizan sesiones como las imágenes que aparecen en la exposición. También hacen conjuntamente ensamblajes y colocan estas figuras en diversas partes de su estudio para ser fotografiadas".

Hace tres años se presentaron estos trabajos en el Museo Picasso de París, que coincidió con una antológica de Villers en el Centro Pompidou. Para esta exposición itinerante, "con la generosidad sin límites de Villers", dice Francés, se han buscado en el archivo del fotógrafo aquellas imágenes ya conocidas y que a veces no se identifican con el autor, junto a otras inéditas que se han positivado con el negativo original. El comisario afirma que la muestra aporta datos sobre la personalidad de Picasso -aparece con su familia y con personajes de la época como Kahnweiler, Aragón, Cocteau, Prevert, Lam, Pierre Daix- y documenta sobre su trabajo, en especial el proceso de las cerámicas en Vallauris. Destaca la imagen del artista transformista al aparecer disfrazado o con caretas.

Por otra parte, el Ministerio de Cultura ha presentado dos exposiciones en las salas del antiguo Museo Español de Arte Contemporáneo (MEAC), en la Ciudad Universitaria de Madrid, que entran en el programa de PhotoEspaña, que se desarrolla sobre todo en los meses de junio y julio.

Propuesta 99 es el título que agrupa trabajos de 25 fotógrafos españoles contemporáneos, seleccionados por los comisarios Patricia Allende y Ciuco Gutiérrez, también fotógrafos.

"El punto en común es que todos se sienten fotógrafos, aunque algunos pueden estar en el puente que enlaza a los fotógrafos más puros con estos artistas plásticos de nuevo cuño. Todos, los más veteranos y conocidos y los jóvenes, poseen la ambición de la creación que hace que su obra trascienda más allá de lo puramente anecdótico. Con esta propuesta queremos mostrar que la fotografía española está viva", dicen los comisarios.

"La fotografía ha enseñado al gran público las emociones ocultas en lo cercano y cotidiano", dice un texto que inicia el montaje en la sala Millares del antiguo MEAC. Los autores se han agrupado en dos apartados: documentando emociones e inventando realidades. Figuran, entre ellos, Humberto Rivas, Javier Vallhonrat, Chema Madoz, Ciuco Gutiérrez, Pablo Genovés, Daniel Canogar, Vari Caramés, Mireia Sentís, Jesús Micó, Isabel Muñoz, Ouka Lele, Monserrat de Pablo, Baylón y Patricia Allende, con unas propuestas personales presentadas en distintas técnicas.

En la sala Millares se han montado 70 fotos del Archivo Jeroni Juan Tous, depositado en el Museo de Mallorca, con obras de Tous, Virenque, Vives, Llompart y anónimos.

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