Buendía dice que el 85% de las puertas de Calatayud es de Goya

Afirma que son las obras más tempranas

Las dos puertas de la sala capitular de Santa María la Real de Calatayud (Zaragoza) encerraban, bajo capas de pintura, las obras del Goya más joven que se conocen hasta hoy. Su autenticidad la certificó Rogelio Buendía, catedrático de Historia del Arte de la Universidad Autónoma de Madrid y uno de los expertos en la obra del pintor de Fuendetodos, que se desplazó a Calatayud para dar la noticia el pasado jueves por la tarde. Buendía ya descubrió en la misma iglesia, hace 20 años, cuatro pechinas de Goya que representan a los Padres de la Iglesia: San Gregorio Magno, San Agustín, San Ambrosio y...

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Las dos puertas de la sala capitular de Santa María la Real de Calatayud (Zaragoza) encerraban, bajo capas de pintura, las obras del Goya más joven que se conocen hasta hoy. Su autenticidad la certificó Rogelio Buendía, catedrático de Historia del Arte de la Universidad Autónoma de Madrid y uno de los expertos en la obra del pintor de Fuendetodos, que se desplazó a Calatayud para dar la noticia el pasado jueves por la tarde. Buendía ya descubrió en la misma iglesia, hace 20 años, cuatro pechinas de Goya que representan a los Padres de la Iglesia: San Gregorio Magno, San Agustín, San Ambrosio y San Jerónimo.Las pinturas están en las conocidas como Puertas del Tesoro, llamadas así porque daban acceso a la sala donde se guardaban los cálices. Son óleos sobre madera y miden 230 centímetros de alto por 70 de ancho. Sin embargo, en las puertas hay, en la parte superior, pinturas del siglo XIX que se han conservado. Goya ocupa un 85% de la superficie. En la hoja izquierda está la Ascensión de la Virgen con los apóstoles y en la derecha el Martirio de San Íñigo Abad, patrono de la ciudad. Buendía certificó que pertenecían al Goya más joven que se conoce -otras pinturas de ese tiempo se destruyeron en Fuendetodos en la guerra civil-: tenía cuando las pintó unos 17 años y estaba en el taller de José Luzán.

"Miré los estilos trozo a trozo y comprobé cómo el traserito de un ángel era demasiado perfecto y algún otro había sido restaurado con posterioridad. Pero la parte inferior, los apóstoles, son de Goya; lo mismo ocurre con San Íñigo Abad, esa cabeza temprana y torpona recuerda a la figura de la Consagración de la Juventud a san Luis Gonzaga, y los azules son de Goya, sólo él los hace así, como los rojos o los malvas".

Buendía avaló las obras. Las puertas habían sido restauradas en el taller de Patxi Roldán de Pamplona, que también trabaja en la localidad zaragozana de Tarazona.

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