Expolio sentimental
Protegidos por un artilugio móvil, mitad vela mitad carpa, estos dos maduros y expertos artistas se entregan a una disección de su intimidad, revelan sin tapujos sus más íntimos olores, en un costoso disfrute tan refinado como duro. Ellos miden sus fuerzas y se fuerzan con con humor ácido o ciertos despliegues de lirismo que son como relámpagos en esa habitación oscura que es la escena de mil batallas. Rosenfeld y Teixidó tienen una fuerte imaginación y un amplio abanico de recursos con los que crean espacios particulares y precisos a partir de elementos muy simples, y así, desmontan ante el e...
Protegidos por un artilugio móvil, mitad vela mitad carpa, estos dos maduros y expertos artistas se entregan a una disección de su intimidad, revelan sin tapujos sus más íntimos olores, en un costoso disfrute tan refinado como duro. Ellos miden sus fuerzas y se fuerzan con con humor ácido o ciertos despliegues de lirismo que son como relámpagos en esa habitación oscura que es la escena de mil batallas. Rosenfeld y Teixidó tienen una fuerte imaginación y un amplio abanico de recursos con los que crean espacios particulares y precisos a partir de elementos muy simples, y así, desmontan ante el espectador la falsa armonía de una convivencia con juegos procaces hasta que, sobrepasando el símbolo, la caza cae sobre sí misma y sobre ellos, derrotados tras el expolio sentimental de un teatro-danza muy dialogado (a veces con exceso de palabras obvias). ¿Y cómo se escapa nuestra pareja del desastre? Volviendo a fantasear. La fantasía les unirá siempre y así van al Polo Norte, a cualquier isla dentro del pequeño universo doméstico en que ellos son su última y propia esperanza; así juntos, haciendo malabarismos sobre una cuerda floja común, siguen adelante.¿Están presentes en esta obra los años que pasó Rosenfeld junto a Pina Bausch? Pues sí, en la introspección, en el arropamiento sonoro, y en la voluntad expositiva a través de unos materiales que responden a un honesto intercambio entre vida y arte. Es un dúo conmovedor, desgarrado y que abre esa vertiente secreta de la complicidad.
Actuación de Arthur Rosenfeld y Ana Teixidó
"Artificios de la memoria". Autores y bailarines: Ana Teixidó y Arthur Rosenfeld; música: F. Chopin, Henri Torgue y otros; escenografía: Michel Thuns. Dirección: Miljam Berns. Festival Madrid en Danza. Teatro Pradillo. Madrid, 15 de mayo.