GUERRA EN YUGOSLAVIA Ayuda humanitaria

Cascos ordena que se desvíen a una cuenta de Exteriores las donaciones privadas para Kosovo

Las cajas de ahorro deben dar los donativos a la Agencia de Cooperación para que los gestione

La Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) ha enviado una circular confidencial a sus entidades asociadas en la que les indica, "siguiendo instrucciones de la Vicepresidencia Primera del Gobierno", que ingresen en una cuenta de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI), dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores, las donaciones realizadas por particulares para ayudar a los refugiados de Kosovo.

Según las fuentes consultadas, la instrucción es de muy dudosa legalidad, ya que la CECA carece de competencia para mandar a las cajas de ahorro cómo deben gestionar...

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La Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) ha enviado una circular confidencial a sus entidades asociadas en la que les indica, "siguiendo instrucciones de la Vicepresidencia Primera del Gobierno", que ingresen en una cuenta de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI), dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores, las donaciones realizadas por particulares para ayudar a los refugiados de Kosovo.

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Según las fuentes consultadas, la instrucción es de muy dudosa legalidad, ya que la CECA carece de competencia para mandar a las cajas de ahorro cómo deben gestionar los donativos entregados por particulares para auxiliar a los damnificados por la guerra de Kosovo, y tampoco parece que el vicepresidente primero del Gobierno, Francisco Álvarez Cascos, esté legitimado para ordenar el uso de unos fondos privados. El director general de la CECA, Juan Ramón Quintás, aseguró ayer a EL PAÍS que la circular "no obliga en absoluto a las cajas de ahorro a entregar ese dinero, sino que simplemente les indica una posibilidad. Sobre todo, para que las que no tengan relación con ninguna organización no gubernamental (ONG) y duden sobre qué uso darle, sepan a dónde pueden remitirlo, siempre con carácter voluntario". Sin embargo, del contenido textual de la circular, al que ha tenido acceso EL PAÍS, no se desprende en absoluto ese carácter informativo y voluntario. "Siguiendo instrucciones de la Vicepresidencia Primera del Gobierno", señala el mensaje, "les comunicamos que cualquier cantidad recibida por esa Caja con destino a ayudar a los refugiados de Kosovo, deberán transferirla a la cuenta de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI) en el Banco de España Refugiados de Kosovo, número de cuenta 9000.0001.20020000324-7". Al pie del fax, que fue remitido como "muy urgente", el pasado 29 de abril, por el jefe de la División de Mercado de Capitales, Productos y Servicios de la CECA, figura la siguiente advertencia: "Esta comunicación se dirige exclusivamente a su destinatario y podría contener información sometida a secreto profesional, de carácter confidencial cuya divulgación esté prohibida por la legislación vigente. Si el receptor de esta comunicación no es el destinatario o persona responsable para entregar el mensaje al destinatario, por esta nota se le advierte que cualquier divulgación, distribución o copia de esta comunicación está estrictamente prohibida". Fuentes de la CECA indicaron que el objetivo de la circular es asegurar que las donaciones que los ciudadanos ingresan en las cuentas abiertas por las cajas de ahorro para ayudar a los refugiados de Kosovo lleguen efectivamente a su destino. La mejor forma de garantizar la transparencia y la absoluta limpieza en el uso de este dinero, agregaron, es entregarlo a un organismo oficial, como la AECI, para que se encargue de su gestión y control. Con motivo de la recogida de donaciones para los damnificados por el huracán Mitch en Centroamérica, concluyeron las mismas fuentes, se produjo cierto descontrol y dispersión que ahora se trata de evitar. La decisión presenta, sin embargo, algún inconveniente. El dinero ingresado por la AECI se convierte en un fondo público, pese a su origen privado, y no se diferencia del que procede del presupuesto del Estado, salvo en el hecho de que, al tratarse de una donación finalista, no se puede dedicar a ningún objetivo distinto a la ayuda a los refugiados. El problema está en que algunas ONG rechazan la financiación institucional. Es el caso de Médicos Sin Fronteras, que el pasado viernes difundió un comunicado en el que anunciaba su renuncia a recibir subvenciones de los gobiernos implicados en la guerra de Yusgoslavia, como es el caso del español, mientras no haya un alto el fuego efectivo. Esta decisión, según el comunicado, "pretende defender los principios de imparcialidad y neutralidad de la ayuda humanitaria". Médicos Sin Fronteras sostiene que sus programas en Albania, Macedonia y Montenegro se financiarán con aportaciones particulares y con donaciones de instituciones que no estén involucradas en el conflicto. De momento, asegura haber recaudado 150 millones de pesetas en donaciones privadas en España, que se suman a las cuotas de sus 100.000 socios.También la AECI ha abierto cuentas para recibir donativos con destino a Kosovo en Caja Madrid, Banco de Santander y Bancaja, aunque con menor éxito que las ONG: sólo lleva recaudados 33 millones de pesetas. Uno de los riesgos de sumar las donaciones privadas a los fondos públicos es que las primeras sirvan para no aumentar los segundos. Hasta ahora, la AECI había dedicado a Kosovo 604 millones de pesetas procedentes de su presupuesto ordinario, que no resultaba incrementado. El pasado jueves, sin embargo, el BOE publicó una convocatoria para subvencionar proyectos de ONG en los Balcanes por un máximo de 1.400 millones. Este dinero es el primer aumento de los fondos públicos para cooperación desde que empezó la guerra.

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