La UE propone compensar a EE UU por el embargo contra su carne

Leon Brittan, vicepresidente de la Comisión Europea, propondrá hoy a la Administración estadounidense una serie de compensaciones económicas por el embargo que la UE tiene decretado contra las importaciones de carne de vacuno de EE UU. La propuesta pretende evitar que Washington imponga aranceles aduaneros por 190 millones de dólares (28.500 millones de pesetas) a los productos europeos, en represalia por la negativa de la UE a levantar el embargo a la carne hormonada pasado mañana, tal y como dictaminó la Organización Mundial de Comercio (OMC).Las compensaciones consistirán en reducir, o incl...

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Leon Brittan, vicepresidente de la Comisión Europea, propondrá hoy a la Administración estadounidense una serie de compensaciones económicas por el embargo que la UE tiene decretado contra las importaciones de carne de vacuno de EE UU. La propuesta pretende evitar que Washington imponga aranceles aduaneros por 190 millones de dólares (28.500 millones de pesetas) a los productos europeos, en represalia por la negativa de la UE a levantar el embargo a la carne hormonada pasado mañana, tal y como dictaminó la Organización Mundial de Comercio (OMC).Las compensaciones consistirán en reducir, o incluso suprimir, los aranceles aduaneros cuando la UE importe ciertos productos estadounidenses y canadienses.

Precisamente ayer, representantes estadounidenses de la Administración y del sector del vacuno amenazaron a la UE con represalias económicas si no levanta el embargo. La UE no tiene intención de hacerlo mientras su comité científico no complete los estudios que determinen si el consumo de carne hormonada es o no dañino. EE UU da por probado que no lo es, al menos en las condiciones en que sus ganaderos usan las hormonas.

Pero las anunciadas represalias no han sido bien recibidas por el sector de la alimentación de EE UU, que teme que puedan, paradójicamente, revertir en su perjuicio. Muchos productos envasados norteamericanos utilizan materias primas o parcialmente manufacturadas procedentes de Europa, y la subida de aranceles resultaría desastrosa para esas empresas.

El presidente de la mayor asociación de ganaderos de vacuno de EE UU, George Swan, admitió ayer la posibilidad de que la carne norteamericana se pueda exportar a Europa con una etiqueta que indique que el animal ha sido tratado con hormonas.

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