El éxito y el arte

El nuevo espectáculo de Sara Baras, que sustituye al anunciado Cenicienta (en torno al cual se produjo una sonada ruptura entre la bailaora y Antonio Canales), se nos antoja un proyecto realizado sobre la marcha, sin demasiada reflexión ni coherencia. Hay espacios cuyo único fin parece ser el de rellenar vacíos: cante, solo de guitarra, solo de flauta.Como los mimbres de que se rodea Sara no son tampoco extraordinarios -desde luego no están a su altura-, lo que vemos y oímos nos deja casi siempre indiferentes. El bailaor invitado, Miguel El Toleo, sale como desganado a escena, cuando lo hace j...

El nuevo espectáculo de Sara Baras, que sustituye al anunciado Cenicienta (en torno al cual se produjo una sonada ruptura entre la bailaora y Antonio Canales), se nos antoja un proyecto realizado sobre la marcha, sin demasiada reflexión ni coherencia. Hay espacios cuyo único fin parece ser el de rellenar vacíos: cante, solo de guitarra, solo de flauta.Como los mimbres de que se rodea Sara no son tampoco extraordinarios -desde luego no están a su altura-, lo que vemos y oímos nos deja casi siempre indiferentes. El bailaor invitado, Miguel El Toleo, sale como desganado a escena, cuando lo hace junto a Sara se queda mirándola para seguirla como malamente puede, y cuando baila solo aplica a todo la patadita por bulerías que parece compendiar sus saberes.

No está a la altura, El Toleo, de Sara Baras. Ni de lejos. Ella es una bailaora con clase indudable, con una gran estampa. Nos lo recordó cuando inició su baile por soleá, levantando los brazos en gesto de soberana belleza, con templanza y señorío. Pero esto duró unos pocos minutos. Después se entregó, como viene haciendo en los últimos tiempos, a los mil y un juegos del zapateado, a los repiqueteos agobiantes de punta y tacón.

Es cierto que el baile flamenco es también percusión, pero dudo que su parte más sustantiva deba ser la percusión. Y menos todavía en el baile de mujer, en que lo que siempre sedujo fue la sensualidad del cuerpo, el movimiento apenas insinuado de cintura, brazos, cabeza.

Sara Baras, como tantas otras, parece haber desertado de todo esto, y creo que se equivoca. ¡Qué le vamos a hacer! Le compensará el éxito, que lo tiene y grande, pero algún día deberá pararse a pensar si el mismo éxito, o mayor quizá, no lo tendría con un baile más auténtico.

Baja de Estrella Morente

Tras la agria ruptura profesional con Antonio Canales, que impidió la realización de La Cenicienta, Sara Baras sufrió ayer el abandono de la cantaora Estrella Morente del espectáculo Sueños. Morente ha asegurado que padece unas anginas, y negó que su ausencia se produzca por cuestiones personales, informa Alejandro Luque. "Estrella actuará en el anterior espectáculo de Sara, Sensaciones, que aún tiene muchas fechas concertadas, en lugar de participar en Sueños", aseguró ayer el agente de la cantaora, Lucho Ferruzzo. "Se trata de un montaje más fácil de llevar, sin escenografía, y por tanto más adecuado. Pero eso no será al menos hasta octubre", añadió.

En estos momentos, Estrella Morente descansa en su casa granadina.