La constructora que comprará Uribitarte quiere levantar un hotel. El proyecto para Uribitarte combina el hotel con la construcción de viviendas

La constructora vasca que ha alcanzado un principio de acuerdo para la compra del edificio bilbaíno de Uribitarte proyecta construir un hotel. Diversas partes implicadas en la negociación confirmaron que la constructora Vizcaína de Edificaciones maneja un proyecto que estaría dirigido por el arquitecto Rafael Moneo, quien ha diseñado el Kursaal de San Sebastián.El proyecto que baraja la constructora, que pondría fin a la quiebra que hace ocho años dejó un agujero de más de 17.000 millones de pesetas, se encuentra en fase de borradores y aún no se ha presentado oficialmente al Ayuntamiento de B...

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La constructora vasca que ha alcanzado un principio de acuerdo para la compra del edificio bilbaíno de Uribitarte proyecta construir un hotel. Diversas partes implicadas en la negociación confirmaron que la constructora Vizcaína de Edificaciones maneja un proyecto que estaría dirigido por el arquitecto Rafael Moneo, quien ha diseñado el Kursaal de San Sebastián.El proyecto que baraja la constructora, que pondría fin a la quiebra que hace ocho años dejó un agujero de más de 17.000 millones de pesetas, se encuentra en fase de borradores y aún no se ha presentado oficialmente al Ayuntamiento de Bilbao. Combina la instalación hotelera con la construcción de dos bloques de viviendas, lo que obligará a la recalificación del uso actual de oficinas. Los 8.000 metros cuadrados disponibles en el solar abandonado en la prometedora zona de Abandoibarra, junto a la Ría y a apenas 500 metros del Museo Guggenheim, serían una superficie adecuada para las dos actuaciones urbanísticas. Además, Vizcaína de Edificaciones pertenece al grupo Iraculís, el constructor alavés que tiene participaciones en otros hoteles vascos, como el Indautxu de Bilbao y el Ciudad de Vitoria de la capital alavesa. Los dos propietarios de Uribitarte, un ambicioso proyecto inmobiliario que fue el mayor fiasco del sector en España, han llegado a un principio de acuerdo para la venta del inmueble. La solución prevé una quita del 85% para los 58 acreedores con una deuda que supera los 10.000 millones (ver EL PAÍS del pasado 22 de abril). El consistorio bilbaíno debe, tras dar el visto bueno al proyecto, suspender el procedimiento de expropiación que inició en febrero pasado ante el escaso avance de las negociaciones. Aunque las fuentes consultadas afirmaron que este acuerdo se tomará en el próximo pleno municipal, un portavoz del área de Urbanismo confirmó que este asunto no está previsto para la sesión que se celebrará el 10 de mayo. Sin embargo, es muy probable que el consistorio tenga otra reunión plenaria posterior, antes de las elecciones municipales de junio.

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