TERCER DÍA DE BOMBARDEOS

Una amplia mayoría del Congreso apoya que España participe en el ataque de la OTAN

La mayoría de los grupos parlamentarios apoyaron ayer al presidente José María Aznar y al secretario general de la OTAN, Javier Solana, en la decisión de atacar Yugoslavia. El PP respaldó más al primero y el PSOE, al segundo, pero ambos estuvieron de acuerdo en la necesidad de la intervención, aunque los socialistas reprochasen al Gobierno su tardanza en acudir al Parlamento y la ausencia de Aznar. Izquierda Unida, única voz discrepante, pidió al ministro de Defensa, Eduardo Serra, que ordene el inmediato regreso de los pilotos españoles, a los que instó a declararse objetores a la guerra.
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La mayoría de los grupos parlamentarios apoyaron ayer al presidente José María Aznar y al secretario general de la OTAN, Javier Solana, en la decisión de atacar Yugoslavia. El PP respaldó más al primero y el PSOE, al segundo, pero ambos estuvieron de acuerdo en la necesidad de la intervención, aunque los socialistas reprochasen al Gobierno su tardanza en acudir al Parlamento y la ausencia de Aznar. Izquierda Unida, única voz discrepante, pidió al ministro de Defensa, Eduardo Serra, que ordene el inmediato regreso de los pilotos españoles, a los que instó a declararse objetores a la guerra.

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La guerra de Yugoslavia crispa a Sus Señorías. La Comisión de Defensa del Congreso, habitualmente plácida e incluso tediosa, fue escenario ayer de gritos e insultos cruzados. El diputado del PP Julio Padilla, militar de origen, interrumpió al comunista Willy Meyer, calificando de "escándalo" su llamamiento a la objeción de los pilotos y el secretario general del PCE, Francisco Frutos, se enzarzó en los pasillos con el popular Gabriel Cisneros. El ministro de Defensa empezó calificando la intervención militar de "desdichadamente inevitable" y felicitándose por la "entrega y profesionalidad de las tripulaciones" de los aviones españoles -cuatro cazas F-18 y un Hércules de reabastecimiento- que "no sólo regresaron sanos y salvos, sino que alcanzaron sus objetivos".Serra aseguró que la pasividad no sólo hubiera provocado el "descrédito" de la OTAN, sino también "una catástrofe humanitaria" y la inestabilidad de la región. El mandato de la ONU era "deseable, pero no imprescindible", agregó, pues el veto de Rusia y China en el Consejo de Seguridad no podía servir de "coartada" para no actuar ante el horror. Desde "la indignación y la rabia", Meyer acusó al Gobierno de meter a España "en una guerra que no es la nuestra" con una decisión "irresponsable, ilegal e ilegítima", que viola la Carta de la ONU, la Constitución y las resoluciones del Congreso. El diputado de IU pidió al ministro que ordene el inmediato regreso de las tripulaciones españolas. El socialista Jordi Marsal calificó la decisión adoptada por su compañero de partido, Javier Solana, de "dolorosa pero necesaria", y advirtió de que Europa "no puede asistir impasible a una nueva operación de limpieza étnica en su suelo". No osbtante, acusó al Gobierno de "desprecio al Parlamento" por su retraso en comparecer ante la Cámara y la negativa de José María Aznar a celebrar un debate monográfico en el pleno del próximo martes.

Serra mostró su satisfacción por el "amplísimo respaldo" a la intervención militar al considerar que, salvo con IU, "las discrepancias son de matiz" y rechazó que se haya incumplido la Constitución.

Coalición Canaria y el PNV estuvieron ausentes del debate, mientras que el portavoz de CiU, Joan Miquel Nadal, pasó por encima de la polémica sobre la legitimidad del ataque.

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