Ullastre, un vecino poco convencional

Ramon Ullastre, el propietario de la casa donde pudo estar secuestrada Maria Àngels Feliu, es impopular en Sant Pere de Torelló. Muchos de sus vecinos coinciden en que es muy impulsivo y "alguien con quien hay que estar bien". Tiene antecedentes policiales. El problema más reciente con la justicia lo tuvo el año pasado cuando la policía descubrió en su casa un arsenal de explosivos y armas. El presidente de la Asociación de Vecinos de Borgonyà le acusó de haberle amenazado de muerte en una discusión por la instalación de un vertedero cerca de una masía de su propiedad.A Ullastre no se le conoc...

Ramon Ullastre, el propietario de la casa donde pudo estar secuestrada Maria Àngels Feliu, es impopular en Sant Pere de Torelló. Muchos de sus vecinos coinciden en que es muy impulsivo y "alguien con quien hay que estar bien". Tiene antecedentes policiales. El problema más reciente con la justicia lo tuvo el año pasado cuando la policía descubrió en su casa un arsenal de explosivos y armas. El presidente de la Asociación de Vecinos de Borgonyà le acusó de haberle amenazado de muerte en una discusión por la instalación de un vertedero cerca de una masía de su propiedad.A Ullastre no se le conoce ningún oficio. Durante un tiempo fue contratado por el Ayuntamiento de Sant Pere para ejercer funciones de seguridad en los plenos. Trabajó como guarda forestal en algunos cotos de caza. Los últimos meses se ha presentado como vendedor de joyas y actualmente trabajaba como portero en una discoteca, donde el pasado año un cliente le denunció por agresión.

Sus problemas económicos eran de dominio público. Sus vecinos dicen que hace unos años presumía de que le habían tocado 90 millones de pesetas en la Primitiva. Nadie sospechó nada pese a que su enriquecimiento coincidió con la liberación de Maria Àngels Feliu.