Querella contra Estados Unidos por vender sangre infectada

Más de 400 canadienses que ya han demandado al Gobierno de su país ampliarán su acusación al Gobierno de EE UU; culpan a las autoridades sanitarias de Washington de exportar la sangre contaminada que pudo causarles el sida y la hepatitis C que padecen.Según sus informes, al principio de la década pasada los estados de Arkansas y Louisiana permitían a los reclusos de las prisiones vender sangre a cambio de una módica compensación económica. Cientos de presos se beneficiaron de ese comercio, que en 1982 fue prohibido por el Departamento de Sanidad al carecer del control mínimo necesario. Sin emb...

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Más de 400 canadienses que ya han demandado al Gobierno de su país ampliarán su acusación al Gobierno de EE UU; culpan a las autoridades sanitarias de Washington de exportar la sangre contaminada que pudo causarles el sida y la hepatitis C que padecen.Según sus informes, al principio de la década pasada los estados de Arkansas y Louisiana permitían a los reclusos de las prisiones vender sangre a cambio de una módica compensación económica. Cientos de presos se beneficiaron de ese comercio, que en 1982 fue prohibido por el Departamento de Sanidad al carecer del control mínimo necesario. Sin embargo, los 400 enfermos canadienses aseguran que la sangre que ya había sido recolectada siguió exportándose después a Canadá y a otros países al prohibirse su distribución en EE UU.

Aunque el grupo de canadienses afectados presentará la demanda contra el Gobierno federal y los estados implicados, no descartan solicitar un interrogatorio con Bill Clinton, gobernador de Arkansas cuando ocurrieron los hechos.

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