Obras maestras se salvan tras pasar por el laboratorio

"España ha pasado de un expolio pavoroso a recuperar patrimonio", dice Benigno Pendás

Una selección de 70 piezas entre las 2.000 que han pasado en los últimos tres años por los laboratorios del Instituto del Patrimonio Histórico Español (IPHE), de la Dirección General de Bellas Artes del Ministerio de Educación y Cultura, forma la exposición Obras maestras recuperadas. El arte hace historia. La muestra, inaugurada ayer en la sala de la Fundación Central Hispano, de Madrid (Marqués de Villamagna, 3), estará abierta hasta el 28 de febrero.

"España ha pasado de sufrir expolio a recuperar patrimonio", dijo ayer el director general de Bellas Artes, Benigno Pendás, en la prese...

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Una selección de 70 piezas entre las 2.000 que han pasado en los últimos tres años por los laboratorios del Instituto del Patrimonio Histórico Español (IPHE), de la Dirección General de Bellas Artes del Ministerio de Educación y Cultura, forma la exposición Obras maestras recuperadas. El arte hace historia. La muestra, inaugurada ayer en la sala de la Fundación Central Hispano, de Madrid (Marqués de Villamagna, 3), estará abierta hasta el 28 de febrero.

"España ha pasado de sufrir expolio a recuperar patrimonio", dijo ayer el director general de Bellas Artes, Benigno Pendás, en la presentación de la muestra Obras maestras recuperadas, donde se presentan 70 piezas que han sido sometidas a procesos de limpieza y restauración en el actual Instituto del Patrimonio Histórico Español (IPHE) desde 1996 -antes respondía a las siglas ICROA e ICRBC-, situado en el edificio conocido como la corona de espinas, en la Ciudad Universitaria de Madrid.La lucha contra el expolio del patrimonio es uno de los ejes de la política cultural española, dijo Pendás para situar el papel del IPHE. En el "proceso de expoliación pavoroso" situó momentos históricos como la Guerra de Independencia, la Desamortización, la desidia en el siglo XIX, la guerra civil y el desarrollismo de los años sesenta contra el patrimonio arquitectónico. "Ahora se recuperan piezas magníficas, que en ocasiones estaban en corrales o lugares ajenos a su cuidado. "España, junto con Italia, es una gran potencia cultural y tiene un activo que debería cuidar entre todos".

Por medios y personal, el IPHE "es el mejor del mundo", afirmó Benigno Pendás. Señaló que desarrolla su trabajo en una línea adecuada en los programas de recuperación del patrimonio, como los planes de catedrales y castillos o documentos bibliográficos. Se realiza a través de un trabajo pluridisciplinar, donde intervienen restauradores, químicos, biólogos o arquitectos en el momento de actuar sobre la pieza, que se somete a una tarea "estrictamente de restauración". "En el instituto no se recrean piezas, la tarea es devolver el valor original de la pieza. El restaurador no sustituye al artista. En el instituto se trabaja mucho y bien".

Las 70 piezas que forman la exposición Obras maestras recuperadas es una selección de pinturas, esculturas, libros y obras en papel, tejidos, platería, joyas y obras en metal, cerámica y obras en madera y marfil. Todas ellas han sido tratadas en el IPHE y proceden de museos e instituciones religiosas y civiles de la casi totalidad de las comunidades autónomas. Según Pendás, el museo o la institución solicita la restauración al IPHE que, tras los informes técnicos, toma una decisión "de política cultural y con el criterio de la propia calidad de la pieza".

Armadura japonesa

El director gerente de la Fundación Central Hispano, Javier Aguado, señaló la gran variedad de las piezas expuestas, "muy difíciles de volver a ver juntas". También la amplitud en los estilos y en el tiempo, desde una tinaja tartésica de los siglos VII-VI antes de Cristo hallada en Carmona hasta una armadura japonesa del periodo de Edo (1600-1868), del Museo Nacional de Artes Decorativas de Madrid.Hay piezas singulares, como un Cristo del siglo XIII de la iglesia de San Pedro de Siresa (Huesca), el disco de plata del emperador Teodosio, de la Real Academia de la Historia, o el cuadro Expulsión de los mercaderes del templo, de El Greco, de la iglesia de San Ginés de Madrid.

Entre las pinturas figuran obras de Pedro Berruguete y Fernando Gallego, las tablas completas de los corporales de Daroca encargadas por los Reyes Católicos; de Correa de Vivar, dos cuadros de Luis de Morales, y el tríptico de Nava Grimón, que destaca en el montaje y en la portada del catálogo. Hay tallas románicas y góticas, cuatro ángeles de bronce atribuidos a Pompeo Leoni, el báculo del siglo XIII y el relicario de Roncesvalles, el Beato románico de Burgo de Osma, el Codex Granatensis, la obra botánica de Basilius Besler, el relicario de santa Teresa, un casco corintio, la espada jineta de Boabdil, además de joyas, muebles, pendones y azulejos. Los procesos y los informes de restauración, con la catalogación de las obras a cargo de especialistas, se encuentran en el catálogo, cuya dirección científica y técnica, como la de la exposición, es de José Manuel Cruz Valdovinos.

Detrás de las obras expuestas hay un conflicto en el IPHE que ha saltado a los medios. Un grupo de trabajadores del centro ha elaborado un informe sobre "el alarmante deterioro de la situación laboral y profesional y denuncia de reiterados abusos de autoridad", avalado por medio centenar de firmas de los 200 profesionales. Benigno Pendás admitió ayer que "hay resistencias" a los cambios, y la directora del instituto, Isabel Cabrera, centro de las críticas, declaró que se confunden los conceptos de trabajo artístico y los reglamentos administrativos. "Soy la línea dura, pero les adoro".

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