Viaje a la leyenda

No muchos andaluces saben que en Baena hay un castillo en el que estuvo preso Boabdil. O que desde el Castillo de la Mota, en Alcalá la Real, Isabel la Católica planeó el asedio de Granada. Son pueblos que siempre se ven desde lejos, desde la carretera, a toda velocidad. Pero son pueblos cargados de historia y de curiosidades. Eso es lo que podrá conocerse a partir de ahora con la inauguración, ayer, de la primera de las rutas del Legado Andalusí, la que une Córdoba y Granada en un viaje que es un viaje a la leyenda. Se llama Ruta del Califato y atraviesa 24 pueblos de las provincias de Córdob...

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No muchos andaluces saben que en Baena hay un castillo en el que estuvo preso Boabdil. O que desde el Castillo de la Mota, en Alcalá la Real, Isabel la Católica planeó el asedio de Granada. Son pueblos que siempre se ven desde lejos, desde la carretera, a toda velocidad. Pero son pueblos cargados de historia y de curiosidades. Eso es lo que podrá conocerse a partir de ahora con la inauguración, ayer, de la primera de las rutas del Legado Andalusí, la que une Córdoba y Granada en un viaje que es un viaje a la leyenda. Se llama Ruta del Califato y atraviesa 24 pueblos de las provincias de Córdoba, Jaén y Granada, tiene 174 kilómetros de distancia y es un perfecto recorrido por toda la historia de Al-Ándalus, desde el esplendor de los Omeyas hasta la delicada decadencia nazarí. Entre ambas ciudades, todo un reguero de restos del pasado que ahora vuelven a ser recuperados para captar una nueva clase de turismo. "Se trata de un producto completamente nuevo", señaló ayer el consejero de Turismo, José Núñez, que durante todo el día se estuvo paseando en coche y autobús desde Córdoba a Granada. "Es una ruta de contenido, donde se puede conocer la riqueza de nuestros pueblos, desde lo monumental a lo gastronómico, pero pasando por algo más importante: sus gentes". El proyecto de las Rutas de Al-Ándalus llevaba varios años en el aire sin que nadie supiera exactamente de qué se trataba. Aún quedan pendientes muchos flecos, pese a que ya están instalados perfectamente los 119 monolitos indicativos a todo lo largo de las carreteras N-432 y N-331, y las oficinas de información de cada pueblo que ofrecen datos sobre los monumentos locales, su historia, los sitios interesantes y hasta los buenos restaurantes. Según sus responsables, la idea es crear la expectación necesaria, sacando a la luz los tesoros ocultos de andalucía, sus castillos, sus iglesias, sus rincones, para atraer las inversiones privadas que hagan aparecer hoteles o restaurantes. También la necesidad de concienciar sobre una forma de turismo que, como dijo Núñez, "no se limite a la postal". A modo de un Camino de Santiago que pretende extenderse por toda Andalucía, lo recomendable es recorrer las rutas a pie, a caballo, o en bicicleta, haciendo las jornadas al modo en que se hacía en la Andalucía medieval. "El modo de viajar del siglo XX ha distorsionado por completo el concepto de espacio y tiempo", dijo Núñez. "Ha hecho que desaparezcan todos los pueblos intermedios entre dos grandes núcleos de población. La ruta es un viaje tocando el suelo". De ese modo, el viajero descubre cosas tan curiosas como el camino entre Córdoba y Granada, tachonado de torres vigía comunicadas visulamente unas con otras, permitía enviar mensajes de humo o de fuego en pocos minutos de una ciudad. O cómo el cáncer de muelas ya existía en el siglo XVI, como puede comprobarse en una mandíbula hallada en la iglesia de Santa María la Mayor, de Alcalá la Real,que ha abierto uno de los museos más llamativos en los que se recoge la presencia de visigodos, romanos, árabes y cristianos a lo largo de la historia. Además de la apertura de la Ruta del Califato, la primera de las nueve prevista, el Legado Andalusí ha editado folletos y una detallada guía con todos los puntos por los que se pasa, la historia de cada pueblo, sus descubrimientos gastronómicos, su historia y todas las sugerencias posibles para que el viajero salga enriquecido después de haberse sumergido de lleno, lentamente, en toda una leyenda.

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