Blair rechaza las presiones del 'ecoguerrillero' en huelga de hambre

Barry Horne, el ecoguerrillero británico que ayer inició su sexagésimo segundo día en huelga de hambre en un hospital de York, envió desde su lecho de muerte un escueto mensaje al Gobierno británico: quiere vivir. Pero puso una condición: que el Gobierno laborista de Tony Blair forme una comisión que investigue, prohíba y castigue el uso de animales en experimentos científicos de los que se beneficia, en particular, la altamente lucrativa industria de los cosméticos. El Gobierno de Tony Blair ha hecho saber que no sucumbirá a ese tipo de presiones.Horne, de 46 años, que fue condenado a 18 años...

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Barry Horne, el ecoguerrillero británico que ayer inició su sexagésimo segundo día en huelga de hambre en un hospital de York, envió desde su lecho de muerte un escueto mensaje al Gobierno británico: quiere vivir. Pero puso una condición: que el Gobierno laborista de Tony Blair forme una comisión que investigue, prohíba y castigue el uso de animales en experimentos científicos de los que se beneficia, en particular, la altamente lucrativa industria de los cosméticos. El Gobierno de Tony Blair ha hecho saber que no sucumbirá a ese tipo de presiones.Horne, de 46 años, que fue condenado a 18 años de prisión por incendiar negocios relacionados con firmas de cosméticos y otros directamente conectados con la vivisección de animales con fines comerciales, ha entrado en estado de coma, dijeron fuentes médicas.

El drama adquirió anoche una nueva dimensión con las supuestas amenazas de organizaciones afines al Frente de Liberación de Animales (ALF) que pusieron a la policía en guardia con advertencias de que, si Horne muere, habrá represalias violentas. En concreto, los extremistas han dicho que, en ese caso, morirán también diez científicos dedicados a los experimentos con animales.

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