El presidente electo convocará un referéndum de reforma constitucional
"La Asamblea Constituyente no tiene marcha atrás". El presidente electo de Venezuela advirtió ayer de que cumplirá sus promesas de reformar profundamente los sistemas político y judicial nacionales a través de una Asamblea Constituyente, la propuesta más polémica, cuya creación solicitará en un referéndum que deberá ser convocado por decreto presidencial el día 15 del próximo mes de febrero, pocos días después de su toma de posesión. "Lo que voy a hacer no será un reforma superficial", prometió Hugo Chávez.
Sus adversarios temen que el nuevo orden promovido por el chavismo, "la democrac...
"La Asamblea Constituyente no tiene marcha atrás". El presidente electo de Venezuela advirtió ayer de que cumplirá sus promesas de reformar profundamente los sistemas político y judicial nacionales a través de una Asamblea Constituyente, la propuesta más polémica, cuya creación solicitará en un referéndum que deberá ser convocado por decreto presidencial el día 15 del próximo mes de febrero, pocos días después de su toma de posesión. "Lo que voy a hacer no será un reforma superficial", prometió Hugo Chávez.
Sus adversarios temen que el nuevo orden promovido por el chavismo, "la democracia participativa" en ciernes, el establecimiento de tribunales populares que sustituyan a los actuales, la creación de comités de seguimiento y vigilancia en los centros de trabajo e instituciones públicas, establecidos en los estatutos del Movimiento Quinta República (MVR), fundado por Chávez, dividan todavía más el país, recorten sus libertades y conduzcan a una Administración de corte militarista.El presidente electo niega que esas sean sus intenciones: sólo trato de democratizar un Estado "podrido y corrupto". Su asesor jurídico, Hermann Ezcarra, anticipó que el nuevo Gobierno buscará el consenso de todas las fuerzas políticas y procurará convencer al Congreso surgido de las legislativas del pasado día 8 de noviembre sobre la necesidad de esa Asamblea Constituyente. Es probable que Acción Democrática (AD, socialdemócrata), Copei (democristiano) y el Proyecto Venezuela, del candidato conservador Henrique Salas, se opongan en coalición a las rupturistas demandas. Entonces el referéndum seguirá adelante y, si triunfan sus enunciados, el Congreso perdería contenido en beneficio de la Constituyente, ya que las funciones del primero quedarían reducidas a tareas administrativas. Senadores y diputados deberán renunciar.
Independientemente de las revolucionarias promesas de campaña, no hay seguridades sobre hasta dónde será capaz de llegar el exteniente coronel en su prometida refundación de la República desde las cenizas del viejo régimen.
Aunque el programa económico del que fuera comandante de paracaidistas ha sido formulado en términos vagos, teóricamente es de carácter proteccionista y, por tanto, deberá atender los requerimientos de las federaciones de empresarios agropecuarios nacionales, que aportaron cuantiosos fondos a su campaña.
No detendrá el proceso de privatizaciones, pero tampoco lo acelerará; el petróleo quedará en manos del Estado y negociará mayores comodidades de pago, una reestructuración de la deuda externa. Llamó a la inversión, pese a que en campaña advirtió de que revisaría algunos contratos, y prometió reforzar la seguridad jurídica, una constante reclamación de los hombres de negocios interesados en invertir en este país. "Seguiremos pagando la deuda", aseguró.
Atento al lenguaje político en boga, se sitúa del lado del laborista británico Tony Blair. "Queremos construir un modelo económico distinto al liberalismo salvaje, y el esfuerzo de la tercera vía merece ser estudiado. Aquí lo llamamos la vía humanista del modelo económico: que genere empleo y felicidad al pueblo".
Perfil populista
Empresarios importantes confesaban en privado su temor a que el programa ensayado en los primeros meses de gobierno sea de perfil populista y acabe conduciendo la actual crisis económica a la catástrofe. Deberá decretar una maxidevaluación del bolívar para tratar de corregir el abultado déficit fiscal, pidió Armando Montenegro, presidente del Sindicato Financiero de Venezuela. De entrada, negociará el presupuesto de 1999, cuya aprobación deberá estar acordada en marzo. También ofreció un aumento salarial a los enfurecidos trabajadores, sin precisar el monto. La comisión legislativa que aborda este asunto se reúne en enero, y para entonces el presidente electo habrá de definir su postura, y buscar un acuerdo con los sindicatos, uno de sus principales apoyos electorales.América Latina será, en política exterior, su prioridad, y concretamente Colombia, Brasil y la República Dominicana, países a los que viajará antes de la investidura. En sus primeras declaraciones como presidente, atemperó su manifestada admiración por la revolución cubana, a la que llamó "dictadura", y Fidel Castro, para declararse "amigo de todos", incluido EEUU, que probablemente le devolverá el visado, retirado cuando se alzó en armas hace seis años.
En educación promete destinar al sector al menos el 7% del PIB para modernizar los centros escolares y la capacitación profesional; garantiza el acceso gratuito a la educación superior sin mayores limitaciones que las aptitudes del estudiante. Las escuelas públicas, con aulas de adolescentes que registran clamorosas faltas de ortografía, deberán cumplir con al menos 200 días lectivos al año.
En salud dará la máxima prioridad a los programas de atención primaria y prevención, y en alimentación espera que al final de sus cinco años de mandato se hayan generalizado los servicios de abasto y las disponibilidades de alimentos hasta las 2.800 calorías y 70 gramos de proteínas por persona y día mediante mayores ayudas a la agricultura.