Clinton amenaza a Japón con "represalias proteccionistas"

El presidente de EEUU, Bill Clinton, advirtió ayer, en su último día de visita a Tokio, que si el Gobierno japonés no accede a una mayor apertura de su mercado y se mantienen los desequilibrios comerciales puede correr el riesgo de sufrir "represalias proteccionistas" por parte de EEUU. También ayer, el ministro de Defensa japonés, Fukushiro Nukaga, dimitió a causa del escándalo de facturas hinchadas de la empresa NEC.

Clinton lanzó ayer, en su último discurso en Tokio, una clara advertencia contra el mantenimiento de prácticas mercantiles desiguales que desembocan en desequilibrios com...

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El presidente de EEUU, Bill Clinton, advirtió ayer, en su último día de visita a Tokio, que si el Gobierno japonés no accede a una mayor apertura de su mercado y se mantienen los desequilibrios comerciales puede correr el riesgo de sufrir "represalias proteccionistas" por parte de EEUU. También ayer, el ministro de Defensa japonés, Fukushiro Nukaga, dimitió a causa del escándalo de facturas hinchadas de la empresa NEC.

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Clinton lanzó ayer, en su último discurso en Tokio, una clara advertencia contra el mantenimiento de prácticas mercantiles desiguales que desembocan en desequilibrios comerciales.Durante su intervención en la Cámara de Comercio Estadounidense en la capital nipona, Clinton dijo que Japón corre el riesgo de enfrentarse a un "proteccionismo de castigo" por parte de EEUU y de sus líderes políticos si perciben que las costumbres empresariales japonesas y de otros países no son equitativas. "Lo peor que puede suceder es que en momentos difíciles las fronteras se cierren", dijo el presidente, y advirtió que si los mercados sufren fuertes incursiones sin ninguna justificación económica, podrían aplicarse medidas proteccionistas como represalia.

El presidente hacía referencia al fuerte aumento de las importaciones de acero japonés a EEUU, de 200.000 toneladas en 1996 a 1,2 millones de toneladas el año pasado, y al desequilibrio comercial con el país asiático, que ha crecido un 12%, hasta 55.700 millones de dólares (7,9 billones de pesetas), en 1997.

"Queremos reglas justas", señaló el presidente a los empresarios japoneses, a quienes tratró de convencer de las ventajas a largo plazo de la apertura de mercados y la liberalización, tanto para Japón y el resto de Asia como para EEUU.

Clinton comentó que quiere ver a Japón reformar totalmente su sector bancario en crisis, despertar y aumentar la demanda interna y adoptar nuevas medidas de reactivación económica y de apertura de mercados. Pero, para cargar más las tintas, también advirtió a Japón que no se aproveche de las circunstancias desfavorables de algunas economías afectadas por la crisis para obtener una mayor penetración en los mercados.

No obstante, Clinton elogió la capacidad japonesa de superar las dificultades y aseguró que el primer ministro japonés, Keizo Obuchi, y él están "orgullosos de compartir el objetivo de dirigir a Asia" hacia la recuperación. El presidente reiteró que la relación entre EEUU y Japón es la "piedra de toque de la prosperidad y la paz en la región de Asia y el Pacífico", y que esta alianza es particularmente importante ahora que tantos países de la región "atraviesan dificultades".

Respecto a la petición de Clinton para que el Gobierno japonés adopte nuevas medidas de reactivación económica, el director general de la Agencia de Planificación Económica (APE) -con rango de ministerio-, Taichi Sakaiya, declaró que Japón no va a adoptar nuevas medidas de relanzamiento económico antes del próximo marzo. "Con el último plan de reactivación [anunciado el jueves pasado y que cuenta con inversiones públicas por valor de 20 billones de pesetas y una reducción impositiva de 7 billones], Japón registrará seguramente un crecimiento positivo durante el próximo año fiscal", que comienza en marzo de 1999, precisó Sakaiya.

Corrupción en Defensa

Pocas horas después de la partida de Clinton hacia Corea del Sur, el primer ministro Obuchi aceptó la dimisión de su ministro de Defensa, Fukushiro Nukaga, afectado por el escándalo entre el ministerio a su cargo y el gigante de la industria electrónica NEC. La dimisión de Nukaga era esperada desde el mes pasado, cuando la Cámara alta del Parlamento votó contra él una moción de censura.El escándalo surgió al hacerse público que NEC y varias de sus filiales habían inflado la facturación del material que vendieron a las fuerzas armadas japonesas. En 1997, NEC figuraba en cuarta posición entre los suministradores del Ministerio de Defensa, un sector que representa aproximadamente el 10% del volumen de negocio de la compañía.

Según cálculos oficiales, la pérdida financiera del Estado a causa de este escándalo asciende a unos 3.600 millones de yenes (unos 4.250 millones de pesetas).

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