Operación tortuga

El ejército ecuatoriano evacua a los reptiles de las Galápagos, amenazados por un volcán

Las bellas islas del Pacífico ecuatoriano que fueron fuente de inspiración para Charles Darwin están siendo testigo de una tragedia ecológica, que se ha dado periódicamente durante millones de años. Tras 19 años de inactividad, el volcán Cerro Azul, que se eleva a 1.707 metros de altura en la Isla Isabela, la mayor del archipiélago de Galápagos, ha vuelto a despertar. Desde el pasado 15 de octubre está vomitando fuego y arrojando ríos de lava.La dirección que han tomado los flujos de este líquido ardiente representa una grave amenaza para algunas poblaciones de ejemplares de especies endém...

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Las bellas islas del Pacífico ecuatoriano que fueron fuente de inspiración para Charles Darwin están siendo testigo de una tragedia ecológica, que se ha dado periódicamente durante millones de años. Tras 19 años de inactividad, el volcán Cerro Azul, que se eleva a 1.707 metros de altura en la Isla Isabela, la mayor del archipiélago de Galápagos, ha vuelto a despertar. Desde el pasado 15 de octubre está vomitando fuego y arrojando ríos de lava.La dirección que han tomado los flujos de este líquido ardiente representa una grave amenaza para algunas poblaciones de ejemplares de especies endémicas, especialmente las tortugas gigantes o galápagos, que han dado el nombre a esta región insular del Ecuador, declarada por su belleza e importancia ecológica patrimonio natural de la humanidad.

Frente a la situación de riesgo, el personal del Parque Nacional Galápagos y de los ministerios de Defensa y de Medio Ambiente están llevando a cabo el operativo tortuga para evacuar lo más rápidamente posible a estos exóticos especímenes, únicos en el mundo. 11 de las tortugas gigantes han sido ya trasladadas al Centro de Crianza de Puerto Villamil, a 45 kilómetros del volcán. Pese a los esfuerzos, uno de los quelonios fue encontrado muerto, calcinado por la lava.

La colonia donde anidan estos animales, a unos 600 metros de distancia del flujo ardiente, se halla seriamente amenazada por un río incandescente que en su trayectoria al mar podría arrastrarlo todo, conduciendo estos ejemplares mitológicos a la extinción. "Es difícil evacuar a todas las tortugas", dice Eliecer Cruz, director del Parque Nacional Galápagos, "por lo que se ha forzado a muchas de ellas a dirigirse a la costa, donde serán transportadas por mar a refugios temporales".

Existe una sola especie de tortuga gigante en las Islas Galápagos: la Geochelone elephantopus, que está representada en todo el archipiélago por 14 razas o subespecies. Cada uno de los cinco volcanes de la Isla Isabela, dadas sus características naturales de aislamiento y hábitat, ha permitido la evolución de una subespecie o raza por volcán. Y la subespecie de Cerro Azul, Geochelone elephantopus guntheri, consta de cinco grupos.

Allí viven 735 tortugas gigantes. Entre estos ejemplares hay un grupo muy especial: el de las aplastadas, llamadas así por la forma articular de su caparazón. Se estima que sólo existen 70 tortugas aplastadas en Galápagos, y por ende en el mundo. Éste es precisamente el grupo de quelonios que se encuentra amenazado por los flujos inexorables de lava.

En contraste con esta angustiosa situación, la erupción de Cerro Azul ha despertado gran interés en los científicos del mundo y mucha expectativa entre los curiosos que han acudido a ver los volcanes más activos del mundo. El miedo de los primeros días ha sido reemplazado por la imaginación de los empresarios turísticos que, con el permiso de las autoridades, realizan sus tours hacia la zona más próxima del volcán para fotografiar desde prudencial distancia la majestuosidad del cráter humeante, envuelto en un paisaje de fumarolas, lava y cenizas.

El Instituto Nacional Galápagos está tomando medidas para evitar un ingreso masivo de turistas en la Isla Isabela, al mismo tiempo que lucha por evacuar estos longevos habitantes del archipiélago.

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