La abrumadora "invasión" española superó las críticas

Las críticas a la invasión cultural española durante la Expo de Lisboa acabaron ahogadas en el pozo del absurdo del cual procedían y su abrumadora oferta recibió una favorable acogida en tierras portuguesas. El pabellón de España organizó siete congresos, 13 exposciones, ocho representaciones teatrales, 26 actuaciones musicales, un ciclo de cine en el que se proyectaron 34 largometrajes, un rally de coches antiguos, espectáculos ecuestres, un gran desfile de moda y la gala de las estrellas de la danza y el ballet clásico. En total fueron organizadas más de cien actividades culturales, sesenta ...

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Las críticas a la invasión cultural española durante la Expo de Lisboa acabaron ahogadas en el pozo del absurdo del cual procedían y su abrumadora oferta recibió una favorable acogida en tierras portuguesas. El pabellón de España organizó siete congresos, 13 exposciones, ocho representaciones teatrales, 26 actuaciones musicales, un ciclo de cine en el que se proyectaron 34 largometrajes, un rally de coches antiguos, espectáculos ecuestres, un gran desfile de moda y la gala de las estrellas de la danza y el ballet clásico. En total fueron organizadas más de cien actividades culturales, sesenta de ellas promovidas por el pabellón español, mientras el resto se realizaron en colaboración con las comunidades autónomas. El presupuesto superó los 3.000 millones de pesetas.Gracias a sus excelentes contactos en Lisboa, el embajador de España, Raúl Morodo, limó las iniciales asperezas contra la presencia española y consiguió que "nuestra amplia oferta cultural fuera entendida como una inequívoca contribución del país vecino y hermano al éxito de la Expo".

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Acogida

Duramente criticado en Portugal por ofrecer un grabado de Felipe II desembarcando en Lisboa durante la presentación del programa en Madrid, el comisario español Luis Miguel Enciso reconoce que "finalmente los malentendidos fueron superados y nuestra oferta ha cosechado una destacada acogida, a excepción de algún espectáculo como el de Pessoa, dirigido por José Carlos Plaza". "Creo", dice, "que ha sido uno de los mejores espectáculos de la exposición, pero parece que fallamos al hacerlo en español y no lo promocionamos debidamente, no sólo nosotros sino también el propio Plaza. Ese montaje fue malinterpretado, porque nosotros sólo pretendíamos rendir nuestro particular homenaje a Pessoa".Por otro lado, el pabellón español en la Expo, que ofrecía un espectáculo audiovisual sobre los océanos y una exposición de arte, fue visitado por más de 650.000 personas en los 132 días que ha durado la fiesta lisboeta. En esos días los turistas han tenido la oportunidad de ver dos exposiciones que incluían obras de Velázquez, Zurbarán, El Greco, Tiziano, Juan Juni, Picasso, Zuloaga o Regoyos, entre otros destacados pintores. Asimismo, hay que subrayar la muestra De Dalí a Picasso. Las raíces de la vanguardia española (1907-1936), presentada en el Museo del Chiado, y Cien años de perfume español, instalada en el área norte de la Expo.

Durante la celebración de la Expo, los lisboetas y los turistas pudieron disfrutar también de La nave mediterránea, de Comediants, el San Juan de Max Aub, y Alfredo Krauss, Teresa Berganza, Ketama o Joaquín Cortés.

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