Tribuna:

Chaves en América

El presidente Chaves se ha ido a América. Nunca lo hiciera. La oposición se ha enfadado. Para la vuelta del viaje del presidente de la Junta a varios países del Cono Sur, puede haber en el Parlamento una de esas fiestas estériles y al margen de la realidad que molestan al Gobierno y encantan a la oposición, como si Gobierno y oposición no tuvieran otra cosa que hacer, que discutir en el Parlamento sobre asuntos irrelevantes. O, como en este caso, sobre asuntos interesantes convertidos en irrelevantes. Porque en lugar de hacer lo que la oposición tiene que hacer, es decir, querer saber cómo han...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El presidente Chaves se ha ido a América. Nunca lo hiciera. La oposición se ha enfadado. Para la vuelta del viaje del presidente de la Junta a varios países del Cono Sur, puede haber en el Parlamento una de esas fiestas estériles y al margen de la realidad que molestan al Gobierno y encantan a la oposición, como si Gobierno y oposición no tuvieran otra cosa que hacer, que discutir en el Parlamento sobre asuntos irrelevantes. O, como en este caso, sobre asuntos interesantes convertidos en irrelevantes. Porque en lugar de hacer lo que la oposición tiene que hacer, es decir, querer saber cómo han sido los contactos en los países visitados, lo que quiere la oposición es montar el espectáculo sobre el ser no ser de un viaje como los que hacen, con toda naturalidad, presidentes de otras autonomías. Y puestos a preguntar, preguntemos todos por todos los viajes, y cuestionemos si sirve para algo que el Rey viaje, que el presidente del Gobierno, y señora, viajen, que Manuel Fraga viaje, que Pujol viaje... pero no, eso no se pregunta, porque no es serio. Los viajes de los políticos siempre son recomendables, se conocen otras realidades, y se informa sobre las propias. La política es también intercambio. Un intercambio que a veces, incluso, puede hacer cambiar muchos tópicos sobre los pueblos. Seguro que muchos recuerdan el viaje del presidente Pujol a Lepe. De regreso a Cataluña, llevaba en la maleta una cavilante sorpresa, quiero decir que supo de primera mano que cuando a los trabajadores andaluces se le dan en casa las condiciones, crean riqueza. Tan simple como cierto. Y eso lo comprobó porque vino a Lepe. ¿Qué ha comprobado y para qué le ha servido al presidente andaluz este viaje? Si la oposición quiere saberlo, es más que lógico. Sin embargo no ha esperado. Y es un error el haber convertido la necesidad en rigor, en descalificación prematura y desmesurada. Por cierto, lo contaba ayer en este periódico Juan Méndez, desde Chile: hasta allí ha llegado la esposa del presidente Aznar, Ana Botella, para participar en el V Encuentro de Mujeres Primeras Damas del Mundo. Un bonito y lujoso encuentro, seguro.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En