La subsistencia de cientos de miles de afganos depende de la ayuda externa

Kabul tiene cerca de un millón de habitantes, y casi la mitad de ellos depende para su subsistencia de las agencias internacionales o de la treintena de ONG que les reparten alimentos y medicinas y les proporcionan cuidados médicos. Junto con la capital de Afganistán, los talibán dominan los dos tercios de un país en el que han impuesto la sharia, la ley islámica, pero interpretada de manera extremista. Retirarse de Kabul no ha sido una iniciativa fácil para la UE ni para las ONG, pero el creciente acoso de los "estudiantes en teología", que tomaron el poder en 1996, les ha obligado a ello.Pri...

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Kabul tiene cerca de un millón de habitantes, y casi la mitad de ellos depende para su subsistencia de las agencias internacionales o de la treintena de ONG que les reparten alimentos y medicinas y les proporcionan cuidados médicos. Junto con la capital de Afganistán, los talibán dominan los dos tercios de un país en el que han impuesto la sharia, la ley islámica, pero interpretada de manera extremista. Retirarse de Kabul no ha sido una iniciativa fácil para la UE ni para las ONG, pero el creciente acoso de los "estudiantes en teología", que tomaron el poder en 1996, les ha obligado a ello.Primero, el ministro de Promoción de la Virtud y Prevención del Vicio, Maulvi Qalamuddin, decretó en junio el cierre de todas las pequeñas escuelas regentadas por ONG en las que se impartían a las mujeres clases de formación sanitaria, la única profesión que pueden ejercer. Las mujeres fueron expulsadas de la educación hace dos años, pero los colegios privados de las ONG eran tolerados hasta entonces.

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Poco después, la policía antivicio, a las órdenes de Qalamuddin, prohibió en junio a las mujeres trabajar para las ONG, incluidas las tareas de asistencia sanitaria, a menos que tuvieran una autorización especial de los talibán. Ni un solo permiso ha sido expedido. Las mujeres quedaban así completamente excluidas del mundo laboral.

Lo peor estaba por llegar. El 25 de junio, el Ministerio de Sanidad prohibió a los médicos atender a las mujeres si éstas no acudían a la consulta acompañadas por algún hombre pariente cercano. La decisión perjudica no sólo a las numerosas viudas de guerra, que frecuentemente carecen de familiares cercanos, sino a sus hijos que tampoco pueden desplazarse solos hasta el centro médico.

Cada semana se conoce un lote de nuevas medidas arbitrarias de los talibán. Hace dos semanas ordenaron la entrega de los televisores -la televisión de Kabul ha dejado de emitir hace tiempo- para que los afganos no pudiesen ver vídeos o emisoras extranjeras. La semana pasada fueron detenidas en Logar 13 personas por interpretar música. Lo anunció la Voz de la Sharia, una emisora que nunca emite música.

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