Canseco hace de 'Numancia' una alegoría sobre la libertad

El Cerco de Numancia, de Miguel de Cervantes, considerada la primera gran tragedia de la literatura castellana, llega a los escenarios españoles después de 32 años. También son 32 los actores que trabajan en este montaje en el que su director, Manuel Canseco, ofrece una versión en la que hace una alegoría sobre la libertad. El montaje se estrenará mañana, día 15, en el Festival de Teatro de Mérida, el 22 en el de Almagro y posteriormente en otras ciudades españolas.Canseco ha elegido para su montaje el título de El cerco de Numancia, frente a los que aparecen en otras versiones como La destruc...

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El Cerco de Numancia, de Miguel de Cervantes, considerada la primera gran tragedia de la literatura castellana, llega a los escenarios españoles después de 32 años. También son 32 los actores que trabajan en este montaje en el que su director, Manuel Canseco, ofrece una versión en la que hace una alegoría sobre la libertad. El montaje se estrenará mañana, día 15, en el Festival de Teatro de Mérida, el 22 en el de Almagro y posteriormente en otras ciudades españolas.Canseco ha elegido para su montaje el título de El cerco de Numancia, frente a los que aparecen en otras versiones como La destrucción de Numancia o La Numancia. Para él esta tragedia nos puede decir mucho hoy: "Sobre todo en un momento en el que la cultura es universal, vemos noticias de todo el mundo, lo que tiene cada español en su cabeza no se refiere a su entorno inmediato sino a la desmembración de naciones, a la presión de unos pueblos por otros o el ataque prioritario de ciertos sistemas sobre el individuo", afirma.

Choque de culturas

Canseco argumenta esa vigencia hablando del "choque de dos culturas, el dominador a ultranza que quiere controlar a un pueblo que no es en absoluto bárbaro". Las razones de la conquista de Numancia, según Canseco, como casi siempre, son económicas, y añade que "a partir de ahí, lo que se aplasta es una cultura".La teoría de muchos filólogos y expertos que señalan que en la obra cervantina los numantinos mueren por un sentido del honor, no es compartida por Canseco: "Es un canto a la libertad, llevado hasta el extremo de la muerte y ellos mueren de la forma más honrosa posible, pero no tienen otra elección", dice.

Para él lo atractivo de la obra radica en el hecho de que lo que allí se cuenta es la suma de tragedias de individuos: "Ese es el carácter trágico y no heróico que tiene la obra, se habla de lo que le pasa a cada uno de esos numantinos y de que aquellos hechos pasan a la posteridad como triunfo de esa cultura sobre otra dominante".

Canseco es un hombre de escena todo terreno. Ha dirigido numerosas obras clásicas, tanto grecolatinas como del Siglo de Oro, reincide en autores modernos, ha puesto en escena zarzuelas e incluso dirigió una ópera para el Teatro Kirov, de Leningrado.

Su nueva aventura escénica se ha visto aún más complicada por el hecho de que esta obra tiene 50 personajes. Él cuenta con 32 actores, entre los que se encuentran Juan Gea, Amparo Pamplona, Miguel Molina, Enrique Cazorla, José Lifante, Ramón Pons, Juan Calot y Maribel Lara, entre otros. Numancia fue puesta en escena por Rafael Alberti en 1937 y en 1943, por Jean Louis Barrault en 1937 y en 1965; por José Tamayo en 1956 y por Miguel Narros en 1966. La música de El cerco de Numancia ha sido encargada a Luis Cobos, quien está entusiasmado con este trabajo.

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