Cartas al director

La llaga del alto Guadiato

Si bien hace unos días se firmaba el acuerdo de las minas de Andalucía en Peñarroya-Pueblonuevo y zona del Alto Guadiato, con una suma de muchos miles de millones, lo cual es un enorme respiro para esta laboriosa comarca en vías de extinción. Mucho paro, mucha emigración; abandonos de viviendas, marginación, droga... ¡para qué contar! Éxodo in crescendo y falta de inversión, de industrias... Peñarroya-Pueblonuevo, sufrido pueblo al que se denominaba como "capital de la Sierra" cuando era un "emporio y un imperio" a cuyo alrededor, como una amalgama totalmente nexionada, giraban y giran la mayo...

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Si bien hace unos días se firmaba el acuerdo de las minas de Andalucía en Peñarroya-Pueblonuevo y zona del Alto Guadiato, con una suma de muchos miles de millones, lo cual es un enorme respiro para esta laboriosa comarca en vías de extinción. Mucho paro, mucha emigración; abandonos de viviendas, marginación, droga... ¡para qué contar! Éxodo in crescendo y falta de inversión, de industrias... Peñarroya-Pueblonuevo, sufrido pueblo al que se denominaba como "capital de la Sierra" cuando era un "emporio y un imperio" a cuyo alrededor, como una amalgama totalmente nexionada, giraban y giran la mayoría de los pueblos que forman el Alto Guadiato, zona minera por excelencia. La zona está inmersa en el enemigo de la juventud y sus esperanzas de futuro son el paro, la atonía y la falta de inversión. Quizá también falta la iniciativa empresarial y, por qué no, la falta de facilidades que pueden dar los ayuntamientos a futuros empresarios. Los más de 40.000 millones de pesetas que esta zona va a recibir durante ocho años son un buen pellizco. Aunque pueden no ser suficientes para toda la zona. Por este motivo es urgente y necesario que las iniciativas, tanto oficiales como privadas, se hagan hombro con hombro para ponerse a producir esos millones para que sea rentable la inversión, con industrias alternativas al oro negro, que generen riqueza y que la locomotora de la producción no se detenga jamás. El tiempo lo dirá. se acabó el carbón.- Ángel Díaz Esteban. Córdoba.

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