Doñana estará limpia en octubre de lodos contaminados, según la previsión oficial

El CSIC advierte que no se sabe con precisión la cantidad recogida de barro tóxico

La operación de retirada de los lodos tóxicos que inundaron 40 kilómetros del cauce del río Guadiamar el pasado 25 de abril concluirá a finales de septiembre. Éstos son los cálculos que maneja la comisión de coordinación de las actuaciones para la recuperación de la cuenca afectada. "Cumpliremos con el compromiso de terminar antes del mes de octubre", aseguró ayer el representante de la Junta en la comisión, José Antonio Viera, quien reconoció que la comisión no sabe a ciencia cierta cuanto lodo hay en los cerca de un millón de metros cúbicos recogidos hasta ayer.

Los lodos esparcidos s...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La operación de retirada de los lodos tóxicos que inundaron 40 kilómetros del cauce del río Guadiamar el pasado 25 de abril concluirá a finales de septiembre. Éstos son los cálculos que maneja la comisión de coordinación de las actuaciones para la recuperación de la cuenca afectada. "Cumpliremos con el compromiso de terminar antes del mes de octubre", aseguró ayer el representante de la Junta en la comisión, José Antonio Viera, quien reconoció que la comisión no sabe a ciencia cierta cuanto lodo hay en los cerca de un millón de metros cúbicos recogidos hasta ayer.

Los lodos esparcidos sobre el Guadiamar tras el reventon de la balsa de la mina de de Aznalcóllar, fue el principal motivo de preocupación para los expertos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), tras el vertido tóxico. El Instituto Tecnológico Geominero evaluó las dimensiones de la amenaza: 1.981.000 metros cúbicos de barro contaminado. Y el CSIC estableció un límite para acabar con ella: antes de las lluvias de otoño. Los responsables de la operación de recogida han aceptado el envite y se marcan la segunda quincena de septiembre como fecha límite.El ejército de camiones, palas excavadoras y empleados se ha centrado en el primer tramo de las 2.614 hectáreas por las que pasó la riada tóxica. La empresa propietaria de las minas de Aznalcóllar, Boliden, se ha encargado de las actuaciones entre la balsa y el puente que atraviesa el Guadiamar a la altura de Sanlúcar la Mayor (Sevilla). La actuación intensiva de maquinaria pesada en este tramo -en el que el grosor del lodo supera los 30 centímetros en muchas hectáreas-, ha permitido la recogida de 973.669 metros cúbicos, almacenados en una antigua corta de Aznalcóllar.

"Ha sido un acierto", afirmó a este periódico José Antonio Viera, representante de la Junta en la comisión, al referirse a la concentración de los trabajos en el primer tramo. El CSIC, sin embargo, ha matizado con sus análisis esta opinión. En el sexto informe, presentado el pasado martes, los científicos recomendaban "estimar la superficie que se ha limpiado". Para los expertos, la evaluación que realiza la comisión por volumen de lodo retirado no es precisa: "Las máquinas inevitablemente recogen tanto lodo como suelo".

Recogida manual

En sus tres últimos informes, el CSIC ha insistido en la conveniencia de una "retirada cuidadosa de los lodos", para lo que recomienda la recogida manual (con palas) que permite separarlos de la cubierta vegetal. Por oposición el uso de la maquinaria, deja "cantidades remanentes significativas de contaminantes en el suelo" (quinto informe) y "una mezcla de lodo-suelo elevada que puede multiplicar el nivel de contaminación por un factor de 100 (sexto informe).Según los científicos el uso de maquinaria pesada -213 excavadoras de todo tipo y 149 camiones constituyó ayer el grupo de recogida-, no sólo deja más metales pesados en el suelo -cinc, cobre, hierro, arsénico, son cada vez más solubles-. "La movilización de partículas que produce la maquinaria utilizada en la retirada", es uno de los factores subrayados por el CSIC en su último informe al analizar la contaminación del aire. Según sus registros, los niveles de metales en suspensión, "sin llegar a ser alarmantes", superan entre 5 y 30 veces los máximos registrados en zonas de fuerte contaminación industrial.

En la comisión de coordinación dicen haber tomado nota de las recomendaciones. "En la segunda quincena de julio tendremos una estimación de cuantas hectáreas se han limpiado y de qué volumen de lodos almacena la corta", asegura Viera. Por lo pronto, los informes diarios de la comisión ya no indican el "porcentaje de lodos retirados" -el 30% según la nota del 17 de junio-. El representante de la Junta cree además que por esas fechas se habrá cerrado el circuito que permitira el uso simultáneo de 260 camiones y agilizará la operación.

"El proceso para incorporar a los jornaleros ha seguido los pasos necesarios y ahora sólo quedan los reconocimientos médicos", explicó Viera. Los 1.000 jornaleros de los diez municipios sevillanos que sufrieron la la riada, junto a los trabajadores de las fincas afectadas, era el ejército con el que la comisión pensaba atender los requerimientos de científicos y ecologistas para una recogida manual. Un ejército que debió entrar en acción el pasado 1 de junio y que sin embargo no lo hará hasta la segunda semana de julio. "Ha habido que esperar a recibir el dinero" -450 millones de pesetas del Gobierno-, "y a llegar a un acuerdo con los Ayuntamientos".

"Me gustaría que la Junta llegara a un acuerdo con los agricultores para que trabajen donde las máquinas no pueden entrar", dijo ayer la ministra de Medio Ambiente, Isabel Tocino. "Ésa es una actitud irresponsable y partidista", replicó Viera. Y el representante del Gobierno andaluz señaló otros retrasos: el desembalse del agua tóxica de Entremuros, que va a ser realizado por el Ministerio.

Archivado En