El arzobispo Carles relaciona el Congreso con los cubos de fetos

El arzobispo de Barcelona, cardenal Ricard Maria Carles, afirma, en la Carta Dominical que se distribuirá el próximo domingo, que con la ley del aborto, "a pesar del terciopelo, de las moquetas y del ambiente noble del Congreso de los Diputados, aquel salón no es ajeno a los cubos de desperdicios de ciertos quirófanos, adonde van a parar los restos de los no nacidos". En su texto, el arzobispo dirige críticas de extrema dureza al proyecto de ley de ampliación de la normativa sobre la interrupción del embarazo, que será debatida después del verano en el Congreso. Carles destaca que l...

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El arzobispo de Barcelona, cardenal Ricard Maria Carles, afirma, en la Carta Dominical que se distribuirá el próximo domingo, que con la ley del aborto, "a pesar del terciopelo, de las moquetas y del ambiente noble del Congreso de los Diputados, aquel salón no es ajeno a los cubos de desperdicios de ciertos quirófanos, adonde van a parar los restos de los no nacidos". En su texto, el arzobispo dirige críticas de extrema dureza al proyecto de ley de ampliación de la normativa sobre la interrupción del embarazo, que será debatida después del verano en el Congreso. Carles destaca que las vidas de los niños "dependen de la conciencia de los diputados". "¡Qué pena! Cuando hayan nacido, la ley protegerá sus vidas, pero en el seno materno dependen de la decisión de los demás. Yo siempre pensé que ese lugar [el seno materno] era el lugar más seguro para un hombre (...). Pero no, nuestra civilización -no me atrevo atrevo hoy a llamarlo cultura- va haciendo del claustro materno el lugar más peligroso para el niño", afirma. El texto, titulado Pueden morir por un voto de diferencia, arranca con una alusión a la proposición de ley que propugna un cuarto supuesto legal para permitir la interrupción del embarazo y lamenta "la indiferencia" con la que algunos medios informaron del triple empate que impidió su aprobación en el Congreso. "Por empate", añade Carles, "se han salvado por esta vez muchas vidas de seres humanos inocentes. Del todo inocentes porque no se les da tiempo de nacer". El arzobispo Ricard Maria Carles asegura que nuestro mundo "hiede cada vez más a muerto". "Se menosprecia la vida. Hay abortos y eutanasia".

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