Al-Teatro crea una "Mariana Pineda" alejada de tópicos

El grupo Al-Teatro, tampoco ha querido huir de los homenajes a Federico García Lorca en el centenario de su nacimiento. Su montaje de Mariana Pineda, la obra elegida para la ocasión, escapa, sin embargo, de los estereotipos andaluces para ofrecer una imagen más universal. La obra, que se presenta esta noche en el Teatro Apolo de Almería (22.00 horas), muestra un exquisito cuidado en la elección del vestuario, encargado al diseñador Paco Cañizares, el diseño de luces, realizado por el fotógrafo Carlos de Paz, y la escenografía, obra de Carlos Horacio Valera. El reparto del montaje descansa sobr...

El grupo Al-Teatro, tampoco ha querido huir de los homenajes a Federico García Lorca en el centenario de su nacimiento. Su montaje de Mariana Pineda, la obra elegida para la ocasión, escapa, sin embargo, de los estereotipos andaluces para ofrecer una imagen más universal. La obra, que se presenta esta noche en el Teatro Apolo de Almería (22.00 horas), muestra un exquisito cuidado en la elección del vestuario, encargado al diseñador Paco Cañizares, el diseño de luces, realizado por el fotógrafo Carlos de Paz, y la escenografía, obra de Carlos Horacio Valera. El reparto del montaje descansa sobre 14 actores. El director Angel M. Arqueros se ha encargado, además, de realizar la selección musical, que combina las versiones en gallego de Amancio Prada, Luz Casal y Milladoiro, con autores andaluces como Carlos Cano o Pepa Flores. Arqueros ha buscado un camino intermedio entre la fidelidad a la creación de García Lorca y la transgresión del personaje. Su vertiente ideológica cobra, en esta adaptación, una gran importancia, aunque sin perder el carácter de heroína de Mariana Pineda. El grupo Al-Teatro, nacido en las aulas de varios institutos, se distingue de otras compañías de teatro aficionado en la continuidad -sobrevive después de cinco años- y en la cuidadosa selección de montajes, al evitar las facilonas propuestas de vodeviles y sainetes. En su historial escénico se citan adaptaciones de Tennesse Williams (Un tranvía llamado deseo), Jack Richardson (De estrellas y planetas) y varias obras de autores locales como Un minuto de silencio, escrito por el profesor Francisco Martínez.