La Junta andaluza pide informes sobre la Feria de Sevilla
La Junta de Andalucía ha solicitado una información específica sobre el trabajo que han desarrollado los equipos gubernativos durante la pasada Feria de Sevilla a fin de iniciar una investigación sobre la calidad del ganado que se lidió en la plaza de La Maestranza.Esta decisión ha partido del director general de Espectáculos Públicos, Juego y Actividades Recreativas de la Consejería de Gobernación y Justicia, Rafael Martín de Agar, ante las numerosas críticas que se han derivado del lamentable espectáculo ganadero que se vivió durante el ciclo abrileño. Martín de Agar ha pedido un informe a l...
La Junta de Andalucía ha solicitado una información específica sobre el trabajo que han desarrollado los equipos gubernativos durante la pasada Feria de Sevilla a fin de iniciar una investigación sobre la calidad del ganado que se lidió en la plaza de La Maestranza.Esta decisión ha partido del director general de Espectáculos Públicos, Juego y Actividades Recreativas de la Consejería de Gobernación y Justicia, Rafael Martín de Agar, ante las numerosas críticas que se han derivado del lamentable espectáculo ganadero que se vivió durante el ciclo abrileño. Martín de Agar ha pedido un informe a la Delegación del Gobierno de la Junta en Sevilla, organismo del que depende la plaza sevillana y que nombra directamente a los presidentes y veterinarios que velan por el cumplimiento de la legalidad vigente.
El citado director general, el Gobierno andaluz muestra su preocupación por el desarrollo de la Feria de Sevilla y sostiene que la Delegación de Sevilla está analizando cómo se hicieron los reconocimientos previos y los post-mortem de las reses.
Como se recordará, la pasada feria sevillana se ha caracterizado por el rotundo fracaso de la inmensa mayoría de las ganaderías anunciadas, que han presentado reses sin trapío, inválidas y descastadas. Muchos toros rodaron por el albero momentos después de saltar al ruedo, y varias corridas ofrecieron fundadas sospechas de manipulación fraudulenta de las astas. A pesar de esta situación, que se ha percibido a simple vista desde el tendido, los equipos gubernativos sólo ordenaron el análisis biométrico de las astas de cuatro toros, cuyo resultado fue negativo. Asimismo, a pesar de la invalidez manifiesta de la mayoría de las reses y de sus constantes caídas, que, en muchos casos, fueron auténticas costaladas, los veterinarios no consideraron la realización de un solo análisis de vísceras que pudiera detectar algún tipo de enfermedad o ingestión de fármacos.
Esta información era emitida diariamente por la Delegación de la Junta por medio de un contestador automático que cada tarde especificaba literalmente que «las astas de las reses lidiadas están íntegras». Esta aparente contradicción entre lo que sucedía en el ruedo y las actas oficiales de los equipos gubernativos ha llevado a la dirección general de Espectáculos Públicos a solicitar una información sobre el trabajo de los representantes de la autoridad.