Heridas que sangran
En el excelente artículo de Antonio Elorza titulado Antiguas heridas, EL PAÍS, 24 de marzo, hay una cita de Octavio Paz que llama mi atención. Las citas, ya se sabe, son materia de depredación. Las utilizamos a nuestro antojo, a veces fuera de contexto o a contrapelo. Dice Octavio Paz que "todas las heridas, aun las más antiguas, manan sangre todavía". Es cierto. Hay heridas que nunca curan. Heridas antiguas que, periódicamente, suelen experimentar súbitas recaídas. En cuanto al olvido, ¿existe realmente? En ocasiones oímos aquello de "yo perdono, pero no olvido". En esto también somos depreda...
En el excelente artículo de Antonio Elorza titulado Antiguas heridas, EL PAÍS, 24 de marzo, hay una cita de Octavio Paz que llama mi atención. Las citas, ya se sabe, son materia de depredación. Las utilizamos a nuestro antojo, a veces fuera de contexto o a contrapelo. Dice Octavio Paz que "todas las heridas, aun las más antiguas, manan sangre todavía". Es cierto. Hay heridas que nunca curan. Heridas antiguas que, periódicamente, suelen experimentar súbitas recaídas. En cuanto al olvido, ¿existe realmente? En ocasiones oímos aquello de "yo perdono, pero no olvido". En esto también somos depredadores: olvidamos lo que nos conviene. ¿El perdón? Magnífica palabra. Claro, que la caridad siempre ayuda. -