Europa se compromete a reducir sus basuras urbanas al 35% antes del 2020

La medida afecta drásticamente a los vertederos de España

Los ministros de Medio Ambiente de la Unión Europea alcanzaron ayer un acuerdo político sobre educación de los residuos urbanos. El texto aprobado toma como base los datos de residuos de año 1995 y exige que se reduzcan hasta no superar el 75% de esa cantidad en el año 2006, el 50% en el año 2009 y el 35% en el año 2016. Los países con más dificultades, como es el caso de España, tendrán derecho a pedir un periodo adicional de cuatro años por lo que el objetivo final del 35% puede no ser obligatorio hasta el año 2020.

El acuerdo político alcanzado ayer deberá ahora ser refrendado por el...

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Los ministros de Medio Ambiente de la Unión Europea alcanzaron ayer un acuerdo político sobre educación de los residuos urbanos. El texto aprobado toma como base los datos de residuos de año 1995 y exige que se reduzcan hasta no superar el 75% de esa cantidad en el año 2006, el 50% en el año 2009 y el 35% en el año 2016. Los países con más dificultades, como es el caso de España, tendrán derecho a pedir un periodo adicional de cuatro años por lo que el objetivo final del 35% puede no ser obligatorio hasta el año 2020.

El acuerdo político alcanzado ayer deberá ahora ser refrendado por el Parlamento Europeo, que en febrero pasado propuso varias enmiendas recogidas ahora sólo parcialmente por los ministros. El Parlamento ya había rechazado en 1996 una primera propuesta de directiva presentada en 1991 por la Comisión Europea sobre esta materia por entender que no era lo bastante ambiciosa y admitía demasiadas excepciones.La ministra de Medio Ambiente, Isabel Tocino, no quiso ayer pronunciarse sobre el número de vertederos que se verán afectados en España por la nueva directiva ni sobre el coste de las modificaciones que deberán llevarse a cabo arguyendo que "son los municipios los responsables de los vertederos".

Técnicos del ministerio señalaron que la nueva normativa es incumplida en estos momentos por el 90% de los vertederos existentes en España, muchos de ellos ilegales, y estimaron que su reconversión exigirá unas inversiones superiores a los 100.000 millones de pesetas. Un buen número de vertederos deberán ser sellados.

La ministra alabó las llamadas "tres erres" esenciales para lograr reducir la cantidad de vertidos, que pasan por "reducir, reciclar y reutilizar los desechos antes de convertirlos en vertidos".

El nuevo texto de la Comisión ha variado sustancialmente sobre su primera propuesta en varios aspectos, como el tratamiento previo de los residuos antes de su puesta en el vertedero, la reducción de la producción de metano, mayor severidad en las exigencias generales a todas las categorías de vertederos, medidas más estrictas para los vertederos existentes y aumento del precio de la puesta en vertedero.

La nueva directiva prevé prohibir la descarga de varios tipos de desechos, como los desechos líquidos, los explosivos, corrosivos, los inflamables o fácilmente inflamables, los desechos hospitalarios u otros desechos clínicos procedentes de establecimientos médicos o veterinarios y que sean infecciosos o los neumáticos usados enteros.

Según el texto de la directiva sólo podrán ser depositados en vertederos los residuos que ya hayan sido tratados salvo en aquellos casos en los que el tratamiento no produzca ningún resultado o sea técnicamente imposible llevarlo a cabo.

Efecto bumerán

Los Quince, en cambio, fueron ayer incapaces de alcanzar un acuerdo para rubricar al alimón las conclusiones de la cumbre de Kioto sobre reducción de emisiones contaminantes a la atmósfera. Lo que quería ser un gesto político fuerte para obligar moralmente a otros países a hacer lo mismo se ha convertido en un bumerán.Al contrario de lo que querían los Quince, han demostrado muy poca unidad y han aflorado las discusiones que se mantienen sobre el reparto interno de las reducciones a las que se ha comprometido la Unión Europea.

Holanda afirma ahora que no puede cumplir la cuota de reducción (10%) que se le adjudicó en su día y Austria y Dinamarca, dos países supuestamente muy exigentes en materia ecológica, señalaron ayer que los objetivos marcados son más un deseo que algo realizable en la práctica.

[Por otra parte, los ministros de Medio Ambiente de la UE han acogido "con interés" la .propuesta hecha recientemente por la industria del automóvil europea para reducir las emisiones contaminantes de dióxido de carbono a 140 gramos por kilómetros, informa France Presse. Así lo aseguró ayer el ministro británico Michael Meacher al mostrarse optimista sobre el logro de un acuerdo con dicha industria.]

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