Tribuna:

Problemas subyacentes

El índice de precios al consumo (IPC) subyacente, menos vulnerable a los movimientos de los precios regulados, ha confirmado el temor al incremento de las tensiones inflacionistas en esta primera parte del año. Sin embargo, el repliegue de la mayoría de los mercados de valores impide una valoración particular de la situación española, aunque se empiezan a tener claras algunas cosas.Endesa no lo ha hecho bien, pero está cerca de sus máximos históricos. Telefónica lo ha hecho bastante mal con sus alianzas y empieza a pagarlo y Argentaria ha forzado mucho el tramo final de su colocación, a pesar ...

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El índice de precios al consumo (IPC) subyacente, menos vulnerable a los movimientos de los precios regulados, ha confirmado el temor al incremento de las tensiones inflacionistas en esta primera parte del año. Sin embargo, el repliegue de la mayoría de los mercados de valores impide una valoración particular de la situación española, aunque se empiezan a tener claras algunas cosas.Endesa no lo ha hecho bien, pero está cerca de sus máximos históricos. Telefónica lo ha hecho bastante mal con sus alianzas y empieza a pagarlo y Argentaria ha forzado mucho el tramo final de su colocación, a pesar de que las cuentas no se han acercado siquiera a la media del sector. Una Bolsa caldeada por unos tipos de interés reales muy bajos puede permitirse casi cualquier lujo.

La contratación en el mercado continuo volvió a ser elevada, 118.310 millones de pesetas, y este es uno de los elementos básicos en cualquier análisis, sobre todo porque los tipos de interés oficiales van a seguir empujando al dinero en esta dirección. La tendencia prevista de los tipos de interés se ha visto alterada estos días por un factor nuevo, la incorporación de Alemania a la orientación descendente. A largo plazo, el mercado apuesta por nuevos recortes.

La rentabilidad de la deuda a 10 años bajó hasta el 5,21%, nuevo mínimo, mientras que el diferencial con Alemania indicaba que el recorte fue similar para ambas partes. Para los analistas, esta novedad tiene una traducción inmediata en la Bolsa, cuyo índice puede subir un 28% en el conjunto del ejercicio.

Nueva York vivió una sesión de vértigo. Abrió con fuertes pérdidas, que llegaron a 67 puntos a media sesión, pero al cierre el índice Dow Jones había ganado 55,05 puntos (0,66%), hasta 8.369,60, el tercer máximo consecutivo. Entre el mínimo y el máximo de la sesión hubo una diferencia de 151 puntos. El vertiginoso avance final fue debido a la opinión de Alan Greenspan, el presidente de la Reserva Federal de EE UU (el banco central), de que el riesgo de una extensión de la crisis asiática es reducido.

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