Inteligencia emocionante

Vienen de Lavapiés, como cantan al principio de su disco de estreno y en el inicio de sus conciertos. Son eclécticos y variados, y suponen el recambio perfecto para los recientemente autoextinguidos Celtas Cortos -ciertamente hábil su compañía de discos-. Liderados. por Miguel Ángel Hernando Lichis, una especie de Noel Gallagher en versión castiza y enrollada, La Cabra Mecánica demostró en su presentación a lo grande -son los reyes de los baretos madrileños- que a veces la inteligencia emociona mil veces más que la simple notoriedad o el poderío de la mercadotecnia.Esta banda es una auténtica ...

Vienen de Lavapiés, como cantan al principio de su disco de estreno y en el inicio de sus conciertos. Son eclécticos y variados, y suponen el recambio perfecto para los recientemente autoextinguidos Celtas Cortos -ciertamente hábil su compañía de discos-. Liderados. por Miguel Ángel Hernando Lichis, una especie de Noel Gallagher en versión castiza y enrollada, La Cabra Mecánica demostró en su presentación a lo grande -son los reyes de los baretos madrileños- que a veces la inteligencia emociona mil veces más que la simple notoriedad o el poderío de la mercadotecnia.Esta banda es una auténtica tribu de músicos que se atreve con todos los palos; abrazan la fusión del foro con una entrega inusitada y son autores, además, de unas letras tremendamente sugestivas. En lo musical, aún parecen víctimas de la inexperiencia. Su imagen es la no imagen y su movimiento escénico nulo.

Pero el mensaje que encierran temas como Hablar por hablar, Camellos de derechas, la nueva Britpop y un delirante himno que se llama Que te follen -frase que repiten unas 50 veces- ya ha calado hondo entre una legión de fans dispuestos a auparles a lo más alto. Grupos que escriben letras como "yo, por mi parte, he terminado hasta el culo de los Doors, la Velvet Underground y Malasaña", se lo merecen, desde luego.