Entrevista:

"Echo de menos la oferta cultural que hubo en la movida"

Hay nombres que marcan el destino. El escritor Aristónico Casas (Madrid, 1963) heredó el suyo de un tío carnal, instructor de vuelo, que se mató en un accidente, y supo antes de que le retiraran los pañales "lo fuerte que es ir por la vida con un nombrecito de estos, que para colmo significa, en griego, el mejor de la tierra". Aunque lo parezca, no es una queja porque si hay algo que le motive es provocar al respetable. Reside desde hace 30 años en Getafe ciudad que alimenta espiritualmente (su madre se encarga de la parte biológica) a este literato, hijo de un abogado, que no llegó a terminar...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Hay nombres que marcan el destino. El escritor Aristónico Casas (Madrid, 1963) heredó el suyo de un tío carnal, instructor de vuelo, que se mató en un accidente, y supo antes de que le retiraran los pañales "lo fuerte que es ir por la vida con un nombrecito de estos, que para colmo significa, en griego, el mejor de la tierra". Aunque lo parezca, no es una queja porque si hay algo que le motive es provocar al respetable. Reside desde hace 30 años en Getafe ciudad que alimenta espiritualmente (su madre se encarga de la parte biológica) a este literato, hijo de un abogado, que no llegó a terminar sus estudios de Filosofía. Acaba de publicar su tercer libro, Cincuentacuentos, "con el mismo espíritu que embarcó a Colón rumbo a las Indias orientales: a ver qué pasa". Los cuentos de Aristo han originado polémica a raíz de una reseña publicada el pasado mes en el Boletín Oficial del Ayuntamiento de Getafe. Una revista de ámbito local, Acción Getafense, ha publicado cartas de lectores en las que se tacha. al autor de ateo y hereje y a su obra de pornográfica y anticatecismo.Pregunta. ¿Estaba en su ánimo escandalizar con sus cuentos o le ha pillado desprevenido?

Respuesta. En este libro cuento historias metafísicas, filosóficas y eróticas, tratadas con humor e ironía. Por supuesto que son provocadoras. Demuestran que hay otras maneras de pensar y otros parámetros que no te los da el sistema. Mi intención es que los lectores consigan reírse de sí mismos, de sus defectos y de la mala persona que todos llevamos dentro. Mi libro es como el verdadero traje del emperador, pero mucha gente en vez de quedarse con la baza inteligente, se queda con la que estás criticando precisamente.

P. ¿Cree que la sociedad se está volviendo más conservadora?

R. Sin duda. El mundo se está haciendo más ven los fanatismos religiosos y ha dado un giro a la derecha. Yo conozco a matrimonios que han militando siempre en partidos de izquierda y ahora sus hijos votan al PP: creen que la derecha va a arreglar la economía y les va a dar un puesto de trabajo. Todo esto es producto del nivel intelectual. No hay más que asomarse a las bibliotecas: al menos en Getafe están casi siempre vacías.

P. La movida madrileña le pilló veinteañero. ¿La añora?

R. Echo de menos la oferta cultural que había entonces en Madrid y la actitud inconformista que aún teníamos los jóvenes. Fuimos la última generación rebelde y la primera que creció en libertad tras el franquismo. Lo malo es que muchos de aquellos jóvenes inquietos y rebeldes que tenían talento quedaron atrapados en la droga. Por eso hay tan pocos artistas de mi generación. La sociedad paga hoy a escala artística aquella lacra.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Cincuentacuentos. Ediciones Entretenidas. 1.500 pesetas.

Archivado En