Más posible que aceptable

Cuatro especialistas responden con reticencias a tres preguntas sobre la copia genética de personas

.Cuatro especialistas que asistieron ayer a la jornada En las fronteras de la vida: ciencia y ética de la clonación respondieron a tres preguntas de EL PAÍS sobre la técnica para abordar la clonación en seres humanos y las dificultades científicas con que choca; asimismo, se plantearon las consecuencias; éticas que podría tener hoy la clonación humana, y las ventajas derivadas de no desdeñar la clonación en animales.He aquí las opiniones de Noëlle Lenoir, francesa, presidenta del Comité de Bioética de la Unesco; Diego Gracia, español, director del Instituto de Bioética de la ...

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.Cuatro especialistas que asistieron ayer a la jornada En las fronteras de la vida: ciencia y ética de la clonación respondieron a tres preguntas de EL PAÍS sobre la técnica para abordar la clonación en seres humanos y las dificultades científicas con que choca; asimismo, se plantearon las consecuencias; éticas que podría tener hoy la clonación humana, y las ventajas derivadas de no desdeñar la clonación en animales.He aquí las opiniones de Noëlle Lenoir, francesa, presidenta del Comité de Bioética de la Unesco; Diego Gracia, español, director del Instituto de Bioética de la Fundación Ciencias de la Salud (FCS); Robert M. Moor británico, experto en fisiología reproductiva; y José María Mato, español, bioquímico, miembro del comité internacional de Bioética de la Unesco:

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¿Es posible clonar hoy un ser humano?

Noëlle Lenoir. Es verosímil.

Diego Gracia. Hoy por hoy, la clonación humana, pese a lo imponente de la técnica, es aún imposible.

Robert M. Moor. No es posible por ahora.

José María Mato. El éxito de Dolly nos ha acercado más que nunca a la posibilidad de hacerlo, pero las técnicas no están aún desarrolladas.

¿Qué problemas técnicos ve usted?

Lenoir. Hay problemas de seguridad que no se han resuelto. Dolly es por hoy el único experimento, pero aunque sabemos mucho sobre el método técnico que se empleó, no sabemos tanto sobre qué pasa realmente con Dolly. Ha sido fruto de un proceso muy difícil, con muchos ensayos fallidos o contraproducentes.

Gracia. El precio en experimentos fallidos es demasiado alto. Los creadores de Dolly, por ejemplo, ni siquiera sabían si era fértil.

Moor. Sólo sería posible si se pudiera disponer de muchas mujeres que aceptasen ser donantes y receptoras de óvulos para realizar los ensayos. Estamos hablando de centenares de ellas para sacar adelante un solo clon. No lo veo posible.

Mato. El éxito de Dolly está en haber hecho el núcleo de la célula donante más compatible con el citoplasma del óvulo. Se ha conseguido en ovejas pero no en ratones, por ejemplo.

¿Qué problemas éticos?

Lenoir. Socialmente, no lo veo aceptable. El caso de Dolly viene a demostrar que la bioética no es un juego fácil. No se puede ser sólo pragmático, y lanzarnos a hacer algo que parece posible. Tenemos que asegurarnos de que quienes toman las decisiones en la sociedad no se precipiten. No olvidemos que tras la clonación puede ocultarse la eugenesia. La UE no prohíbe la investigación en embriones, pero sí lo que lleve al nacimiento de un Dolly humano. En Estados Unidos no hay regulación legal de la fertilización, pero en la clonación humana se muestran muy interesados en que no haya errores. Es muy importante que los países clave opten por la responsabilidad. Soy partidiaria de los comités de ética, plurales e independientes, que impliquen a los políticos y contribuyan a un debate social. Si hay representantes religiosos, que sean de varias religiones. Habrá dificultades en muchos países, porque la fórmula de gentes que piensan es una fuerza revolucionaria.

Gracia. Es urgente una llamada social a la responsabilidad. Ante las novedades científicas, tendemos a reacciones emocionales: o creemos que van a resolvernos la vida, o que serán nefastas. Luego, interviene la razón, que es más lenta, y obliga a avanzar con más cautela. La moratoria de Estados Unidos de financiar con fondos públicos toda investigación en clonación humana me parece una decisión laudable, en espera de lo que pase con las investigaciones en animales.

Moor. La población no parece quererlo. Una vez que Naciones Unidas, la Unión Europea y otros países impulsen las leyes en contra, el tema quedará dormido.

Mato. La biología ha pasado de ser una disciplina dedicada al estudio pasivo de la vida a poder alterar la vida casi a su capricho. La principal pregunta es si existe alguna justificación médica para producir clones humanos. La clonación de un individuo para perpetuar un linaje (para que una pareja estéril pueda tener hijos) no es una condición importante. Si todos los embriones humanos tienen el mismo status, ¿cómo justificar la destrucción de unos para que se desarrollen otros?

¿Qué ventajas tiene investigar en cionación?

Lenoir. La posibilidad de fabricar medicamentos a través de animales transgénicos, que es lo que plantea el Instituto Roslin. La utilización de xenoinjertos. Tener disponibles células humanas para trasplantes.

Gracia. Es útil contra los miles de enfermedades genéticas, que tanto dolor causan a la humanidad.

Moor. Si la clonación sirviera para reparar un defecto en una persona, es probable que fuera aceptada.

Mato. El método por el que se ha creado Dolly permitirá avanzar en embriología y ayudar a determinar cuándo el comportamiento animal es genético y cuándo adquirido, y también si existen barreras de especie. En seres humanos, las aplicaciones para trasplantes (células clonadas y mantenidas en laboratorio para reemplazar células defectuosas) son las que previsiblemente atraerán más la atención en el futuro.

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