Javier Moro cuenta la historia reciente del Tíbet en 'Las montañas de Buda'
Javier Moro Lapierre (Madrid 1955) ha descubierto con alegría que el problema del Tíbet cada vez le interesa a más gente. "La simpatía de Hollywood y la participación activa de actores como Harrison Ford o Richard Gere por la causa ha trivializado la historia, de un pueblo que carece de todo pero, al menos, los tibetanos han conseguido que todo el mundo sepa lo que ocurre al otro lado del Himalaya", aseguró ayer el escritor. Su último trabajo, Las montañas de Buda (Seix Barral) está basado en una historia real protagonizada por dos mujeres que se unen a un grupo de refugiados para cruza...
Javier Moro Lapierre (Madrid 1955) ha descubierto con alegría que el problema del Tíbet cada vez le interesa a más gente. "La simpatía de Hollywood y la participación activa de actores como Harrison Ford o Richard Gere por la causa ha trivializado la historia, de un pueblo que carece de todo pero, al menos, los tibetanos han conseguido que todo el mundo sepa lo que ocurre al otro lado del Himalaya", aseguró ayer el escritor. Su último trabajo, Las montañas de Buda (Seix Barral) está basado en una historia real protagonizada por dos mujeres que se unen a un grupo de refugiados para cruzar de noche y a pie la cumbre más alta del mundo.Moro, que es sobrino de Dominique Lapierre, conoció a las dos protagonistas en Dharam Sala donde vive el Dalai Lama mientras ultimaba su anterior libro El pie de Jaipur y los últimos tres años los ha dedicado a buscar documentación para esta obra. "La aventura de las dos protagonistas es la misma de cientos de personas que cada día optan por el camino del exilio y deben seguir la misma ruta para salir del país", aclara Moro, que se define como simpatizante del budismo.
"El futuro del Tíbet está ligado al futuro de China, quien practica una política de auténtico genocidio con los tibetanos", asegura Moro. La invasión demográfica y la aplicación, de la ley de control de la natalidad son los elementos fundamentales de dominio a su juicio.
En lo que a la religión se refiere Moro, que admira la capacidad para ser felices en medio de la desolación en que viven, ha seguido el consejo del Dalai Lama: "No hay que convertirse, cada religión se adapta a las características de cada pueblo".