Con nombre de mujer

Son todas mujeres y la mayoría, catalanas. La segunda circunstancia responde a una explicación fácil porque gran parte de las editoriales españolas tiene su sede en Barcelona. Pero ninguna de las agentes literarias consultadas se atreve a aventurar las causas de que sea una profesión con nombre de mujer. Como mucho, estas intermediarias del tráfico literario aventuran la, opinión de que la mujer se ha incorporado de modo masivo a todos los campos y la literatura no iba a ser una excepción.

Pero lo bien cierto es que parece funcionar un cierto efecto dominó donde unas fichas a...

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Son todas mujeres y la mayoría, catalanas. La segunda circunstancia responde a una explicación fácil porque gran parte de las editoriales españolas tiene su sede en Barcelona. Pero ninguna de las agentes literarias consultadas se atreve a aventurar las causas de que sea una profesión con nombre de mujer. Como mucho, estas intermediarias del tráfico literario aventuran la, opinión de que la mujer se ha incorporado de modo masivo a todos los campos y la literatura no iba a ser una excepción.

Pero lo bien cierto es que parece funcionar un cierto efecto dominó donde unas fichas arrastran a las otras. Así las cosas, las mujeres predominan entre la gente que lee narrativa, cada día aparecen más escritoras noveles y las mujeres ocupan puestos decisivos en las editoriales, especialmente en las áreas de novela o de literatura infantil y juvenil.

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