Santer inaugura el curso con un mensaje optimista sobre el futuro del euro

Jacques Santer inauguró ayer la temporada política en Bruselas con una optimista conferencia de prensa. El presidente de la Comisión Europea afirmó que el proceso hacia la unión monetaria "es irreversible", elogió los logros del Tratado de Amsterdam y, por primera vez, se mostró dispuesto a aceptar uno de los debates más espinosos que afronta la Unión Europea: la reiterada exigencia alemana de reducir su contribución a los presupuestos comunitarios.

"Hemos llegado a un punto de no retorno. La unión monetaria es irreversible", afirmó Santer. "Me parecen superfluas, y a veces irreponsable...

Jacques Santer inauguró ayer la temporada política en Bruselas con una optimista conferencia de prensa. El presidente de la Comisión Europea afirmó que el proceso hacia la unión monetaria "es irreversible", elogió los logros del Tratado de Amsterdam y, por primera vez, se mostró dispuesto a aceptar uno de los debates más espinosos que afronta la Unión Europea: la reiterada exigencia alemana de reducir su contribución a los presupuestos comunitarios.

"Hemos llegado a un punto de no retorno. La unión monetaria es irreversible", afirmó Santer. "Me parecen superfluas, y a veces irreponsables, todas esas declaraciones casi cotidianas que continúan sembrando la duda" sobre la creación del euro, clamó. "No es el momento de aterrorizar al público acerca de la solidez de la nueva moneda y de llenar de inseguridad al sector económico cuando debe prepararse sobre los aspectos técnicos", remató.Jacques Santer aceptó por primera vez abrir un delicado debate reclamado con insistencia desde Alemania en los últimos meses: revisar la contribución de este país a los presupuestos comunitarios. Si hasta ahora Bruselas había advertido que ése es un tema cerrado y fruto de un difícil consenso alcanzado en 1992, ayer Santer se declaró dispuesto a discutir. Pero advirtió que ese debate se debe realizar en profundidad, y tener en cuenta, por ejemplo, "que cuando se construye un gran aeropuerto con ayudas europeas muchas veces éstas acaban beneficiando a las empresas alemanas".

Reclamó, una vez más, que los esfuerzos europeos se concentren en el desempleo y elogió los avances obtenidos en ese terreno en el Tratado de Amsterdam.

Cóctel de negociación

El presidente de la Comisión advirtió del peligro de que los Quince realicen un cóctel en la negociación de los tres grandes escollos del futuro: la ampliación, la reforma de los fondos estructurales y agrícolas y la contribución presupuestaria de los Quince en el primer quinquenio del siglo XXI. A su juicio, "hay que evitar la trampa de intentar liquidarlo todo al mismo tiempo". "Desbrocemos primero el camino para el lanzamiento de las negociaciones de adhesión al principio de 1998, pongamos luego los jalones para las reformas y, sólo después, ataquemos el capítulo financiero". .

El canciller federal alemán, el democristiano Helmut Kohl, por otra parte, rechazó ayer durante el debate parlamentario sobre el presupuesto la posibilidad de unas elecciones anticipadas en Alemania. Kohl aseguró que el euro entrará en funcionamiento en la fecha prevista, con estricto cumplimiento de los criterios de convergencia, y dio un espaldarazo a su ministro de Hacienda, el socialcristiano bávaro Theo Waigel, quien expresó hace semanas su hastío en el cargo que ocupa.

La oposición de socialdemócratas y Los Verdes acusó a Kohl de preocuparse más de seguir en el cargo que de resolver los problemas del país, de haber elevado durante su mandato la cifra de parados de 1,8 a 4,4 millones y de haber endeudado Alemania a razón de 1.500 millones de marcos por semana (127.000 millones de pesetas). El portavoz de los poscomunistas del Partido del Socialismo Democrático, Gregor Gysi, denunció, con nombre y apellidos, que lo más florido de las grandes empresas alemanas apenas pagan al fisco.

Apoyó Kohl a Waigel, de quien dijo que "realiza un excelente trabajo", que le agradeció, y destacó su papel en la reunificación alemana. Sobre la moneda europea dijo Kohl que el euro entrará en vigor en la fecha prevista y "no admitiremos una discusión sobre los criterios de Maastricht". Expresó el canciller comprensión por los temores de la población alemana a perder el marco, que cumple 50 años el año que viene.