Crítica:CINE

Vacaciones en el mar

Nacido a la sombra de la crisis del petróleo de principios de los años setenta, el cine de catástrofes es uno de los subgéneros más aburridos creados por la todopoderosa industria norteamericana. Buena prueba de ello es Speed 2, que no sólo es una repetición de la anterior, con idéntica protagonista y director -con la única diferencia de que allí todo ocurría en un autobús en marcha y aquí en un barco- sino en la que además se pueden encontrar claros rastros de otras películas de catástrofes.Tras una primera parte donde se describe la aburrida vida en un lujoso crucero por el Caribe, en...

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Nacido a la sombra de la crisis del petróleo de principios de los años setenta, el cine de catástrofes es uno de los subgéneros más aburridos creados por la todopoderosa industria norteamericana. Buena prueba de ello es Speed 2, que no sólo es una repetición de la anterior, con idéntica protagonista y director -con la única diferencia de que allí todo ocurría en un autobús en marcha y aquí en un barco- sino en la que además se pueden encontrar claros rastros de otras películas de catástrofes.Tras una primera parte donde se describe la aburrida vida en un lujoso crucero por el Caribe, en la inacabable segunda se narra con minuciosidad como un resentido técnico en informática se empeña en estrellarlo contra cualquier cosa, pero sin tener en cuenta que también van de vacaciones en él un dinámico policía y su enloquecida novia, los protagonistas, que harán lo imposible por arruinar sus intenciones.

Speed 2

Director: Jan de Bont. Guionistas: Randall McCormick, Jeff Nathanson. Estados Unidos,1997. Intérpretes: Sandra Bullock, Jason Patric, Willem. Dafoe, Temuera Morrison, Glenn Plummer. Estreno en Madrid: Coliseum, Acteón, Tívoli, Roxy A, Novedades, La Vaguada, Cartago, Conde Duque, Lido, Canciller, Aluche, Florida, Liceo, Victoria, Ciudad Lineal, Albufera, Colombia y Luna (Versión Original Subtitulada).

El holandés Jan de Bont es un experto director de fotografía, que durante años trabajó para su compatriota Paul Verhoeven, pero que se pasa a la dirección con Speed (1995) y con sólo tres películas, estas dos y Twister (1996), se ha convertido en uno de los principales representantes de ese cine de acción.

Por si fuese poco, Jan de Bont no es un realizador muy dotado. No sólo carece del menor poder de síntesis, sino que consigue que cualquier acción se eternice en sus manos. Además utiliza tal cantidad de primeros planos para narrar el menor suceso que logra que se vea muy poco de lo que ocurre.

El máximo atractivo de Speed 2 es una curiosa relación amorosa entre una quinceañera sordomuda y el dinámico protagonista, encarnado por el frío Jason Patric, pero es cortada por unos guionistas que no quieren meterse en líos. Sin olvidar a una Sandra Bullock, muy por debajo de sus posibilidades, y a un Willem Dafoe que se limita a hacer el ridículo.

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