Demasiado francesa

Hay películas, y un prototipo podría ser Después del amor, tan francesas que no parecen hechas por profesionales galos, sino por técnicos de cualquier otra nacionalidad que tan pretenden realizar una parodia de lo peor del cine francés. Después del amor narra una historia que pretende ser feminista, en la medida en que unos débiles hombres corretean alrededor de las fuertes mujeres, pero en realidad no es nada, absolutamente nada.Después del amor sólo se aguanta, y malamente, por la presencia de la excelente actriz Isabelle Huppert, cuya situación al frente de esta pretenc...

Hay películas, y un prototipo podría ser Después del amor, tan francesas que no parecen hechas por profesionales galos, sino por técnicos de cualquier otra nacionalidad que tan pretenden realizar una parodia de lo peor del cine francés. Después del amor narra una historia que pretende ser feminista, en la medida en que unos débiles hombres corretean alrededor de las fuertes mujeres, pero en realidad no es nada, absolutamente nada.Después del amor sólo se aguanta, y malamente, por la presencia de la excelente actriz Isabelle Huppert, cuya situación al frente de esta pretenciosa producción es inexplicable.

Estrenada con cinco años de retraso, es una de las peores películas, de Diane Kurys. Entre las siete producciones que ha dirigido a lo largo de sus 20 años de carrera, destaca Entre nosotras (1983), su anterior trabajo con Isabelle Huppert, cuyo éxito le lleva a rodar en inglés y con actores norteamericanos Un hombre enamorado (1987), una interesante historia en torno al cine, el amor y la figura del escritor Cesare Pavese.