Dos empresarios europeístas

Carlos March Delgado, mallorquín, de 51 años, a quien el juez Gómez de Liaño prohibió ayer salir de España, presenta un curriculum empresarial brillante. Además de consejero de Sogecable, es presidente de la Banca March y del banco Urquijo, vicepresidente del grupo de distribución Carrefour y consejero de Corporación Financiera Alba. La trayectoria profesional de Carlos March parece irremediablemente ligada desde los 21 años a la gestión del grupo March, iniciado por su abuelo, Juan March, el famoso banquero que desafió al gobierno de la II República. Carlos, junto con su hermano Juan, han ges...

Carlos March Delgado, mallorquín, de 51 años, a quien el juez Gómez de Liaño prohibió ayer salir de España, presenta un curriculum empresarial brillante. Además de consejero de Sogecable, es presidente de la Banca March y del banco Urquijo, vicepresidente del grupo de distribución Carrefour y consejero de Corporación Financiera Alba. La trayectoria profesional de Carlos March parece irremediablemente ligada desde los 21 años a la gestión del grupo March, iniciado por su abuelo, Juan March, el famoso banquero que desafió al gobierno de la II República. Carlos, junto con su hermano Juan, han gestionado el imperio familiar con un criterio muy alejado de los viejos conceptos paternalistas y conservadores, y han construido un grupo industrial y financiero equilibrado. La Fundación Juan March ha desarrollado además un papel destacado en la investigación científica y en la difusión cultural en la democracia.Carlos March pertenece a una generación de empresarios y banqueros que laboró activamente por la implantación de la economía de mercado en España a partir de 1975 y por el desarrollo de un capitalismo acorde con los nuevos tiempos, más moderno y preocupado por los equilibrios sociales. Como miembro de la Comisión Trilateral y como presidente del Instituto de Estudios Económicos colaboró, en el final de la década de los setenta y durante la década de los 80, a establecer los criterios de un capitalismo moderno en España. Carlos March siempre marcó distancias con "el capitalismo manchesteriano de principios del XIX, que nada tiene que ver con la economía social de mercado". La posición avanzada de Carlos March, como la de otros empresarios progresistas, fue decisiva para facilitar el cambio democrático de Gobierno en 1982 sin hostilidad empresarial y consolidar una política socialdemócrata como la más adecuada en la crisis de 1981.En coherencia con su preocupación por conseguir empresas más modernas y equilibradas, March es presidente de la comisión de auditoría del grupo de distribución alimentarla Carrefour, un cargo que revela su preocupación por los controles internos y externos de las cuentas de las empresas. Es también uno de los avanzados en la implantación de códigos de conducta ética en las empresas, que aplicó primero en la banca March y después a todo su grupo de empresas. Su voluntad europeísta está respaldada por su actividad como asesor de la Unión Monetaria Europea. Desde 1993 es miembro del Comité Internacional de JP Morgan y en 1996 fue elegido miembro del Consejo Internacional de la Universidad de Columbia.

Leopoldo Rodés, vicepresidente del Banco Urquijo y consejero de Sogecable, fue presidente del Instituto de la Empresa Familiar, una asociación patronal con sede en Cataluña que presenta también un perfil progresista entre el abanico de asociaciones empresariales. Fue miembro de la Comisión Permanente del Comité Olímpico Barcelona 92 y actualmente preside el Museo de Arte contemporáneo de Barcelona.