La decadencia del toro marcó la feria de Sevilla

Dos toros de Núñez del Cuvillo y otros dos de Guadalest, sospechosos de 'afeitado'

Las corridas de Victorino Martín, Miura y Guardiola fueron las únicas que se salvaron del rotundo fracaso ganadero que, un año más, ha supuesto la Feria de Abril. Los tres carteles, integrados por toreros que no tienen el reconocimiento de figuras, mantuvieron el interés de un ciclo -15 corridas de toros y dos de rejoneo- marcado por la invalidez y la falta de casta del llamado toro bravo. A pesar del palpable descenso del nivel de exigencia de la Maestranza, la feria vivió momentos mágicos de la mano de Curro Romero, Joselito, Rivera Ordóñez, El Tato y Pepín Liria.

La falta de profesio...

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Las corridas de Victorino Martín, Miura y Guardiola fueron las únicas que se salvaron del rotundo fracaso ganadero que, un año más, ha supuesto la Feria de Abril. Los tres carteles, integrados por toreros que no tienen el reconocimiento de figuras, mantuvieron el interés de un ciclo -15 corridas de toros y dos de rejoneo- marcado por la invalidez y la falta de casta del llamado toro bravo. A pesar del palpable descenso del nivel de exigencia de la Maestranza, la feria vivió momentos mágicos de la mano de Curro Romero, Joselito, Rivera Ordóñez, El Tato y Pepín Liria.

La falta de profesionalidad de los ganaderos y la decadencia del toro han marcado la reciente Feria de Sevilla. Sólo así se explica que los veterinarios hayan tenido que reconocer 203 toros para aprobar los 136 necesarios; es decir, han rechazado 67, y la mayoría de éstos por falta de trapío. Sólo dos corridas, la de Fermín Bohórquez y la de Sánchez Ibargüen -que no se lidió por suspensión del festejo-, fueron aprobadas en su totalidad.Ni siquiera las divisas triunfadoras se libraron de ese problema: tres toros de Victorino, uno de Miura y ocho de Guardiola fueron rechazados por falta de trapío. Pero no fueron los únicos: Manuel González presentó. 16 toros y le rechazaron nueve; Torrealta, Prieto de la Cal, María del Carmen Camacho y Tórrestrél- la presentaron 11, y 12 transportó Guadalest y sólo le aprobaron cinco.

De esos cinco, los pitones de dos de ellos, lidiados por Litri y Ponce, han dado positivo en los primeros análisis por sospecha de afeitado; lo mismo. que dos reses de Núñez del Cuvillo. Los expedientes sancionadores quedan, sin embargo, congelados hasta que,- en el plazo de tres meses, una comisión científica determine si se añaden nuevos métodos de análisis a los actuales, según el acuerdo que alcanzaron la Junta de Andalucía y la Confederación de Asociaciones Profesionales Taurinas (CAPT).

Fracasos y aprobados

Así las cosas, la casta de los toros de Victorino Martín, la presentación y nobleza de algunos miuras y la bravura de los guardiolas son los mejores y únicos referentes toristas de una feria en la que han fracasado los hierros de Prieto de la Cal, Fermín Bohórquez, Jandilla, Núñez del Cuvillo, Gavira, Espartaco, Torrestrella, Guadalest y Viento Verde; aprobaron con apuros los toros de Torrealta, Manuel González y Camacho.

Sólo. tres tardes se puso el cartel. de "no hay billetes" -domingo de Resurreción y jueves y viernes de,farolillos-, y en los 15 festejos se cortaron 15 orejas, aunque algunas de ellas fueron consecuencia directa de la menor exigencia artística del público que acude ala Real Maestranza; desde el director de la banda de música al presidente, todos se han contagiado del aplauso fácil y bullanguero, que obliga a saludar a un banderillero por la correcta colocación de un par o pide trofeos sin que la actuación del torero los merezca.

A pesar de todo, la plaza sevillana vivió algunos momentos de intensa emoción de la mano de Curro Romero, El Tato, Pepín Liria, Rivera Ordóñez y Joselito. El primero, cumplidos ya los 63 años, volvió a transfigurarse en un artista total, y deleitó a los aficionados con su majestuoso toreo a la verónica. Sin duda alguna, su paso por la Feria de 1997 perdurará en el recuerdo.

Otros triunfos

Raúl Gracia, El Tato, triunfador el año pasado, cortó merecidamente las dos orejas a un encastado victorino tras una faena honda y vibrante. Pepín Liria compartió cartel y triunfo con su compañero, y consiguió una oreja de cada uno de sus toros.

Francisco Rivera Ordóñez, que cortó dos orejas, dejó una estela de extraordinaria torería. Dominador y valentísimo, realizó un toreo pleno de técnica y emoción. Y Joselito salió, por fin, por la Puerta del Príncipe tras cortar tres orejas una tarde de gracia con capote y muleta.

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