ACNUR prepara la evacuación de cien mil hutus

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha puesto en marcha una vasta operación de salvamento en la selva de Zaire tras lograr, el sábado, el permiso del líder rebelde, Laurent Kabila, para utilizar los aeropuertos de Kisangani y Goma. Cien mil refugiados hutus esperan socorro en la vía entre Kisangani y Ubundu. Muchos de ellos están en penosas condiciones: enfermos y con graves síntomas de desnutrición.La operación es muy compleja y cara. Primero es necesario localizar a los refugiados, muchos de ellos diseminados en pequeños grupos; sacarles de las zonas próxim...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha puesto en marcha una vasta operación de salvamento en la selva de Zaire tras lograr, el sábado, el permiso del líder rebelde, Laurent Kabila, para utilizar los aeropuertos de Kisangani y Goma. Cien mil refugiados hutus esperan socorro en la vía entre Kisangani y Ubundu. Muchos de ellos están en penosas condiciones: enfermos y con graves síntomas de desnutrición.La operación es muy compleja y cara. Primero es necesario localizar a los refugiados, muchos de ellos diseminados en pequeños grupos; sacarles de las zonas próximas a los combates; darles tratamiento médico urgente y alimento; trasladarles en avión hasta Goma (cuartel general de los rebeldes) y hacerles cruzar la frontera con Ruanda. Una vez allí, se repetirá el problema de noviembre, cuando el Gobierno ruandés (controlado por los tutsis) se hizo con el traslado de los retornados hasta sus aldeas evitando los campamentos permanentes. En aquella ocasión se logró trasladar por lo menos a 500.000 personas en tres semanas y media.

"Con el material que tenemos ahora podríamos empezar la evacuación durante esta semana", aseguró ayer en Kisangani Paul Stromberg, portavoz del ACNUR. Sin embargo, no todo el mundo está de acuerdo. Médicos sin Fronteras cree necesario ralentizar la repatriación con un plan de seis semanas porque muchos de los refugiados no están en condiciones de moverse.

El Gobierno ruandés aún no ha dado permiso para utilizar el aeropuerto de Kigali (capital de Ruanda), la otra alternativa al de Goma. Teme que muchos de esos refugiados estén vinculados al genocidio de 1994 -del que estos días se cumplen tres años-, que causó un millón de víctimas. Mientras en Pretoria prosiguen sin avances las conversaciones entre el Gobierno de Zaire y los rebeldes, el líder de éstos, Laurent Kabila, se declaró ayer dispuesto a negociar "directamente" con el presidente zaireño, Mobutu Sese Seko. Éste había realizado horas antes unas declaraciones a un diario surafricano en las que calificó de "patriota" a Kabila. Fuentes de la negociación lo han interpretado como un gesto conciliatorio. De momento, la rebelión zaireña sigue avanzando y, según su emisora de radio, la toma de Lubumbashi, segunda ciudad del país, es inminente.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En