Preocupación en Segovia por el despoblamiento del casco antiguo
Los vecinos del casco histórico de Segovia, incluidos los hosteleros y comerciantes, reclaman que el Gobierno municipal del PP aclare lo que quiere hacer con el recinto amurallado, declarado Patrimonio de la Humanidad, una distinción de la Unesco.En la actualidad, de acuerdo con el padrón municipal, en el casco antiguo segoviano viven cerca de 4.500 habitantes, habiéndose producido un descenso de la población de un 15% en los últimos 35 años. El total de los habitantes de la capital segoviana se acerca a los 54.000. Uno de cada cuatro residentes es mayor de 65 años y los menores de 20 años no ...
Los vecinos del casco histórico de Segovia, incluidos los hosteleros y comerciantes, reclaman que el Gobierno municipal del PP aclare lo que quiere hacer con el recinto amurallado, declarado Patrimonio de la Humanidad, una distinción de la Unesco.En la actualidad, de acuerdo con el padrón municipal, en el casco antiguo segoviano viven cerca de 4.500 habitantes, habiéndose producido un descenso de la población de un 15% en los últimos 35 años. El total de los habitantes de la capital segoviana se acerca a los 54.000. Uno de cada cuatro residentes es mayor de 65 años y los menores de 20 años no alcanzan el 16% de los censados en la zona. De las 2.254 viviendas registradas en el casco antiguo, un tercio están deshabitadas, principalmente por el estado ruinoso de los edificios.
Durante el pasado fin de semana, numerosos comercios y establecimientos de hostelería del recinto amurallado iniciaron una campaña de colocación de carteles en los que se lee: "Nos estamos cargando la ciudad, perdonen las molestias", emulando una frase de una viñeta de Máximo publicada en EL PAÍS.En una reunión celebrada el lunes, tanto vecinos como industriales exigieron al alcalde explicaciones acerca de la política que pretende seguir en el recinto histórico. El Gobierno municipal se comprometió a estudiar todas las iniciativas posibles y contar con la opinión de las diferentes asociaciones, tanto de vecinos como de comerciantes y hosteleros. El alcalde tiene la idea de cumplir un llamado plan de movilidad, donde se controlaría el acceso de vehículos en cada una de las entradas del recinto histórico y sólo se permitiría el paso de residentes y servicios.