Empleo, inmigración e Internet

Escribía ayer un comentarista de The Washington Post, un diario que no le hace demasiados favores a Bill Clinton, que al presidente se le vio en su discurso sobre el Estado de la Unión "más seguro de sí "sino que nunca". No es para menos, Clinton, con un 60% de opiniones favorables de sus compatriotas, cosecha a comienzos de su segundo mandato el doble fruto de su habilidad política y del buen Estado de la Unión.Antes de desgranar su rosario de propuestas concretas ante un Congreso dominado en sus dos cámaras por los republicanos, Clinton despachó el diagnóstico de EE UU con un "todo va...

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Escribía ayer un comentarista de The Washington Post, un diario que no le hace demasiados favores a Bill Clinton, que al presidente se le vio en su discurso sobre el Estado de la Unión "más seguro de sí "sino que nunca". No es para menos, Clinton, con un 60% de opiniones favorables de sus compatriotas, cosecha a comienzos de su segundo mandato el doble fruto de su habilidad política y del buen Estado de la Unión.Antes de desgranar su rosario de propuestas concretas ante un Congreso dominado en sus dos cámaras por los republicanos, Clinton despachó el diagnóstico de EE UU con un "todo va bien, gracias". En lo exterior, recordó, la superpotencia no ve en lontananza ningún enemigo serio, y tan sólo Cuba, a la que aludió sin citarla como la única dictadura del hemisferio occidental, sigue siendo un grano en su trasero. E incluso Cuba, aventuró, conocerá "pronto" la democracia.

El cuadro interior que dibujó Clinton quizá no sea completo, pero no es falso. Este país sigue arrastrando sus viejos problemas de división racial y pobreza crónica, pero en su conjunto vive hoy mejor que lo hacía a comienzos de los noventa. Las cifras, que el presidente puede. concretar en constantes ejemplos cotidianos, son buenas, por no decir inquietantemente buenas. EE UU creció un 4'7% en el último trimestre de 1996 y un 2'5% en el conjunto del año, y ello con una inflación del 3'3%, lo que ayer permitió a la Reserva Federal mantener sus tipos en un 5'25%. Se crea empleo. Once millones en los últimos cuatro años, dijo Clinton ante el Congreso. Y se está sacando a mucha gente del welfare, de la existencia subsidiada por las autoridades. Entre eso y la mayor presencia policial en la calle, la criminalidad sigue a la baja.

Afluencia permanente de sangre fresca -un millón de inmigrantes legales al año- y una mirada concentrada sobre el futuro son dos de las grandes ventajas del EE UU de fin de milenio. ¿Se imaginan a un líder europeo hablando largo y tendido sobre Internet en su discurso ritual ante el Parlamento? Pues es lo que hizo Clinton en la noche del martes, sin que sonara a marciano. Tan sólo los asuntos criminales y judiciales superan estos días en interés mediático y popular en EE UU al colapso registrado por America Online después de que en diciembre se hiciera con un millón de abonados nuevos. Y es que un cuarto de los hogares estadounidenses dispone de ordenador, y desde el 14% de ellos se viaja diariamente por Internet. Clinton sigue ahí porque es el político que mejor comprende a su país.

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