El Gobierno, prepara el terreno para profundizar sus relaciones con sus socios nacionalistas

El Gobierno prepara el terreno para profundizar sus vínculos con los nacionalistas. José María Aznar, que sigue estrechamente las relaciones con sus socios de CiU y PNV, ha encargado a su vicepresidente primero, Francisco Álvarez Cascos, la ejecución de esa tarea. El viernes por la noche, Álvarez Cascos mantuvo un encuentro privado con el presidente del PNV, Xabier Arzalluz. Fue una cena distendida, celebrada en Sabin Etxea (la sede bilbaína del PNV), a la que acudieron el vicepresidente del Gobierno vasco, Juan José Ibarretxe, y el portavoz del PNV en el Congreso, Iñaki Anasagasti. A Álvarez ...

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El Gobierno prepara el terreno para profundizar sus vínculos con los nacionalistas. José María Aznar, que sigue estrechamente las relaciones con sus socios de CiU y PNV, ha encargado a su vicepresidente primero, Francisco Álvarez Cascos, la ejecución de esa tarea. El viernes por la noche, Álvarez Cascos mantuvo un encuentro privado con el presidente del PNV, Xabier Arzalluz. Fue una cena distendida, celebrada en Sabin Etxea (la sede bilbaína del PNV), a la que acudieron el vicepresidente del Gobierno vasco, Juan José Ibarretxe, y el portavoz del PNV en el Congreso, Iñaki Anasagasti. A Álvarez Cascos le acompañó su esposa. El encuentro revela el buen momento por el que atraviesan las relaciones entre ambos socios.

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El Ejecutivo de José María Aznar está tratando de ganarse la confianza de los nacionalistas con gestos concretos, aunque la relación es desigual, más fluida con los vascos. El cumplimiento por parte del Gobierno de los pactos firmados con sus socios vascos en abril y, especialmente, la renovación del cupo quinquenal, han disipado numerosos recelos en las filas del PNV hacia el PP. La dura actitud mantenida por los populares hacia los nacionalistas en su última etapa de oposición había acrecentado las dudas de los peneuvistas.Dos nuevas iniciativas del Gobierno han mejorado las relaciones: su apoyo a la financiación de la Formación Continua del País Vasco, con el que cumplimenta otro de sus compromisos de abril; y el respaldo a una enmienda del PNV en el Senado que habilitará 500 millones para la construcción del túnel de Serantes.

El que Álvarez Cascos cenara en el sanctasanctórum del PNV con su sanedrín es algo inédito en un gobernante español. Jamás lo hicieron Felipe González, Narcís Serra o Alfredo Pérez Rubalcaba. Su importancia simbólica revela la buena disposición del PNV con el Ejecutivo. Iñaki Anasagasti afirma que "el talante del Gobierno del PP es mejor que el del PSOE; es cumplidor y le gusta asegurar sus compromisos con la firma de papeles". Anasagasti pone a Álvarez Cascos como modelo de este procedimiento de trabajo.

Abstención

Paralelamente , el alejamiento del PNV respecto del PSOE es creciente. La abstención socialista en la votación en el Congreso de la financiación de la Formación Continua ha separado aún más a ambos partidos. "El ex ministro de Trabajo José Antonio Griñán impuso sus criterios por encima del consejero socialista vasco de Trabajo, Ramón Jáuregui, que lo apoyaba. Jáuregui ha quedado desautorizado y se ha demostrado que el PSOE no tiene un modelo político para el País Vasco dice Anasagasti.En el encuentro del viernes por la noche no hubo ni siquiera una insinuación por parte de Alvarez Cascos del interés del Gobierno del PP por abrir sus puertas a los nacionalistas en una futura remodelación. El vicepresidente sigue a pies juntillas la consigna de Aznar de ir paso a paso hacia un mayor compromiso político de sus socios.

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En las próximas semanas, Álvarez Cascos, cuya interlocución con los nacionalistas trasciende el ámbito parlamentario, tendrá que poner una vez mas a prueba su apuesta por profundizar las relaciones con el PNV y CiU.

La fijación de la cifra del cupo que pagará el Gobierno vasco al Estado tiene que establecerse por ley quinquenal antes de febrero. lbarretxe, presente en la cena del viernes, manifiesta que las cosas van bien, una vez aclarados y pactados, en noviembre, los criterios políticos de la renovación del cupo: concertación de los impuestos especiales, igualación de la capacidad normativa sobre el IRPF a la de la Comunidad Navarra y la tributación de los no residentes.

Tampoco hay problemas bilaterales sobre la devolución del patrimonio incautado al PNY en la guerra civil, acordada en los pactos de investidura de abril. Los nacionalistas vascos exigen 5.000 millones. El acuerdo entre el Gobierno y el PNV es que se tramite a través de un proyecto de ley en el que también resultarán beneficiados otros partidos históricos. La negociación está ahora bloqueada entre el Gobierno y el PSOE.

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