Los nuevos universitarios, agobiados ante la masificación y el paro, critican la selectividad Cerca de 330.000 alumnos se incorporan este año a la enseñanza pública superior

SUSANA PEREZ DE PABLOS. No aterrizan en la universidad desorientados, la mayoría dice que ya sabía con lo que se iba a encontrar, que llevan un curso (él de COU) preparándose, presionados por conseguir la nota necesaria en el temido examen de selectividad para, entrar en la opción elegida. Alrededor de 330.000 jóvenes se incorporan este curso a la vida universitaria en los centros públicos y va rias decenas de miles más ingresan en los privados. Dicen que al pisar por primera vez el campus, lejos de vivir un shock, sienten alivio.

Son igual de jóvenes -la mayoría ti...

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SUSANA PEREZ DE PABLOS. No aterrizan en la universidad desorientados, la mayoría dice que ya sabía con lo que se iba a encontrar, que llevan un curso (él de COU) preparándose, presionados por conseguir la nota necesaria en el temido examen de selectividad para, entrar en la opción elegida. Alrededor de 330.000 jóvenes se incorporan este curso a la vida universitaria en los centros públicos y va rias decenas de miles más ingresan en los privados. Dicen que al pisar por primera vez el campus, lejos de vivir un shock, sienten alivio.

Son igual de jóvenes -la mayoría tiene 18 ó 19 años que los estudiantes que ingresaban hace décadas en las universidades españolas y para los que este cambio suponía un auténtico choque. Pisar la Universidad, con mayúscula, era un privilegio. Imponían los catedráticos, las aulas magnas. Era el principio de un cierto fu turo... Pero hoy en día, las ex pectativas de los nuevos universitarios han cambiado radicalmente. "Ser universitario ya no es de privilegiados, hay muchas ayudas, lo que empieza a serlo es entrar en la - -carrera que te gusta", dice Sandra, Candelas, ,alumna de 1º de Psicología.

"Tu futuro puede depender de unas décimas en la nota final, te dicen. Y lo peor es que no es del todo, cierto, porque puede depender de centésiinas", cuenta Paz Navarró, alumna de 1º de la Ingeniería Superior de Caminos, Canales y Puertos. Paz quería estudiar Arquitectura y tenía un 7,27 de nota media. "Pero este año han pedido un 7,36 en la Universidad Politécnica de Madrid y me han faltado 0,09 centésimas para entrar. El sistema de la selectividad es demencial".

Las carreras en las que ingresa un mayor número de alumnos son las de las ramas de Ciencias Sociales y Jurídicas (que agrupan- a más de la mitad) y las técnicas (que cursan aproximadamente un 20% de estos estudiantes). Raúl García ha accedido "por los pelos" a la carrera simultánea de Economía y Derecho -una de las llamadas conjuntas, que puede estudiarse en universidades como la Carlos III o la Pompeu Fabra- en la Universidad Carlos III de Madrid. "La nota de corte era un 7,78 y no me admitieron. Presenté una reclamación y hace una semana que sé que he entrado. Ha sido un agobio".

"Lo que hagáis a partir de ahora os va a condicionar para ir a una carrera u otra,, por la selectividad', nos dijeron en 1º de BUP en. mi colegio", cuenta Vanessa artín, de 1º de Psicología. "Yo repetí COU en una academia y todos los que íbamos por las tardes estudiábamos los temas que podían caer en selectividad, no el programa del COU", dice. Blanca Pérez, de 1º de Pedagogía..

Aparte de la queja realmente generalizada de los nuevos universitarios sobre la selectividad, lo que más les preocupa en esta nueva etapa son la masificación, el cambio de sistema de enseñanza y el conseguir prácticas desde el primer curso. "El gran cambio de la Universidad está en el día a día", recuerda David Chico, que estudia 2º de la simultánea Derecho y Economía, "en el trato con 'los señores catedráticos, en aprender las nuevas normas, en adaptarte a una clase de 80 o quizás 120 alumnos de distintas procedencias, en los 12 profesores por curso...". El agobio,. lo pasas al final del COU, cuando tienes que elegir algo, que te guste y que tenga salidas".

"En realidad,- eliges una carrera porque intuyes que te va a gustar", apunta Pedro Gete, Derecho y Administración y Dirección de Empresas.

"Una vez en la universidad, el primer cuatrimestre tienes iniedo", dice David Chico. "Te preocupa sobrevivir, porque de los primeros exámenes (que son en febrero) depende que te empiece a ir muy bien e, muy mal". Algo parecido se plantean los alumnos de la ingeniería Superior de Caminos. "Yo no me esperaba tanta dureza", explica Soledad Llamas, de 2º curso. "Estás acostumbrado a , ser de los primeros de la clase en el colegio y cuando llegas a esta carrera te das cuenta de que todo el mundo es muy bueno, el palo te los llevas en los primeros parciales, cuando la mayoría aprueba una o ninguna asignatura".

Profesores accesibles

Mareiza Cozar, una gaditana que se ha traslado a Madrid para cursar la simultánea de Economía y Derecho en la Universidad Carlos III es más optimista. "Vienes con un poco de miedo, pero, yo me esperaba que todo el mundo fuera más distante", cuenta. "Luego, ves que no eres sólo un número (como te habían contado). Los profesores son accesibles y algunos hasta se saben tu nombre". "Los profesores se muestran más cercanos de lo que yo esperaba", explica Cristina Navarro, de Psicología. "Puede influir que más de la mitad son jóvenes y muestran una actitud diferente a la de los mayores, es diferente a lo que contaban tus padres o familiares de los profesores de antes". "Incluso se preocupan porque nos centremos en la vida universitaria", apunta un compañero suyo, Pablo de Benito, qué es de Segovia y se desplaza a Madrid todos los días, "no estamos nada- desarropados".

Piedad Garrido, cursa 20 de Biblioteconomía y Documentación y es de un pueblo de Toledo. Estaba acostumbrada a un tipo de vida "que no tiene de comparación con la masificación de la universidad, las pocas convocatorias que hay, ni con la relación con la gente, que va mucho a los suyo. Es todo más frío"."Al principio te imponen los 120 alumnos que hay en muchas clases, te da un poco de miedo la gente, pero en seguida te sientes acogido", dice Ana Hernández, que es de Cáceres y se ha venido a Madrid a estudiar la carrera de Derecho y Administración de Empresas. "La masificación es de lo peor que,hay", asegura Vanessa Martín,,. de Psicología, que antes empezó Ciencias Económicas. "El número de alumnos i por clase en primero es demencial. Venimos casi una hora antes para coger sitio, no hay pasillos porque, si no no caben las sillas y tenemos que saltar por encima de ellas".

"Nadar en un montón de bibliografía"

"Más que los nuevos planes, lo que te impacta es tener que trabajar por tu cuenta con un montón de bibliografía en la que tienes que aprender a nadar como puedas", dice Pedro Chico, alumno de Derecho y Administración y Dirección de Empresas. "Es: una forma diferente de estudiar y al principio es un problema porque no sabes cómo hacerlo. Se echa de menos un poco de orientación para guiarte entretoda la bibliografía que te dan muchos profesores", cuentan Lucas García y Ana Hernández, también de Derecho y Administración de Empresas.Algo parecido señala Ana Enjuanes, de Psicología de la Autónoma de Madrid. "Te encuentras de repente con mucha materia y no sabes por dónde empezar,que libros comprarte. Tenía muchas ganas de llegar y ahora veo que, una vez aquí, nadie me guía, depende de mí". "En algunas ingenierías se dan ayudas a los alumnos para que vayan a clase, por que-algunos empiezan a faltar para, ir a academias", cuenta Ignacio Jiménez, de 1º de Ingeniería de Caminos. "Y es que muchas veces lo que te enseñan en clase no tiene nada que ver con lo que te pi den en los exámenes".

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