ONCOLOGÍA: DIAGNÓSTICO GENÉTICO

Controversia sobre un nuevo estudio que relaciona aborto provocado y tumor mamario

Un análisis combinado de 23 estudios indica que el aborto provocado puede aumentar ligeramente el riesgo de que una mujer desarrolle posteriormente un cáncer de mama. El aumento, en torno al 30%, es considerablemente menor del que podría derivarse, por ejemplo, de antecedentes familiares de cáncer de mama o de retrasar el primer parto hasta después de los 30 años.El análisis, publicado este mes en la revista británica The Journal of Epidemiology and Community Health, subraya el valor estadístico de docenas de estudios independientes, la mayor parte de los cuales habían detectado una lev...

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Un análisis combinado de 23 estudios indica que el aborto provocado puede aumentar ligeramente el riesgo de que una mujer desarrolle posteriormente un cáncer de mama. El aumento, en torno al 30%, es considerablemente menor del que podría derivarse, por ejemplo, de antecedentes familiares de cáncer de mama o de retrasar el primer parto hasta después de los 30 años.El análisis, publicado este mes en la revista británica The Journal of Epidemiology and Community Health, subraya el valor estadístico de docenas de estudios independientes, la mayor parte de los cuales habían detectado una leve relación entre el aborto y el cáncer de mama. El equipo de investigación, dirigido por Joel Brind, bioquímico del Baruch College de Nueva York y que se declara contrario al aborto, reveló que se han incluido todos aquellos estudios -tanto los buenos como los malos- en los que el aborto provocado figuraba como factor de riesgo del cáncer de mama. No querían que se les acusase de haber seleccionado sólo aquellos que favorecían una conclusión determinada.

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En la introducción, Brind afirma que los médicos no habían señalado este riesgo a los pacientes que iban a abortar y que, por lo general, lo había pasado por alto en los artículos médicos relativos a los factores de riesgo.

Pero algunos expertos pusieron en duda la importancia del descubrimiento y la validez estadística de combinar los resultados de unos estudios basados en la información aportada por pacientes que habían desarrollado cáncer de mama y afirmaban haber abortado.

Michael Burnhill, vicepresidente de asuntos médicos en la Federación de Planificación Familiar de EE UU, comenta que este nuevo informe "que agrupa estudios realizados en diferentes países en los últimos 40 años, revela un aumento muy pequeño del riesgo relativo" de cáncer de mama después de un aborto. Burnhill dice que su organización va a esperar a que el estudio "sea analizado por expertos imparciales del Instituto Nacional del Cáncer" para decidir si las mujeres que quieren abortar deben ser informadas sobre este riesgo.

Carolyn Westoff, ginecóloga, epidemióloga de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Columbia y presidenta del consejo médico de Planificación Familiar de Nueva York, señala: "Como médico, no me parece que haya suficientes evidencias de que guarden relación como para plantear este tema a mis pacientes".

Otra investigadora puso en duda la validez, relevancia y supuestos teóricos del análisis de Brind. Lynn Rosenberg, epidemióloga de la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston, señala: "Un riesgo relativo de 1,3 (un 30% más de riesgo) en términos epidemiológicos no difiere en la práctica de un riesgo de 1,0 (es decir, ningún aumento del riesgo). Aunque el descubrimiento tenga validez, no tiene valor para una sola mujer porque la variación del riesgo es tan minúscula que no merece la pena tenerla en cuenta".

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